Obispos de México abrazan al pueblo en su dolor
Cecilia Mutual - Ciudad del Vaticano
“En medio de la pandemia, los obispos mexicanos abrazamos a nuestro pueblo en su dolor y lo alentamos en la esperanza”: comienza con estas palabras el Mensaje de los obispos de la Conferencia Episcopal Mexicana, titulado “Abrazar a nuestro pueblo en su dolor”.
En el Mensaje, hecho público este 29 de junio en la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, los prelados aseguran que “sólo si estamos unidos y haciéndonos cargo los unos de los otros, podremos superar los actuales desafíos globales y nacionales, buscando cumplir la voluntad de Dios, que quiere que todos sus hijos vivamos en comunión y a la altura de nuestra dignidad”. Con la “certeza de fe en el corazón”, comparten su “palabra profética y esperanzadora, ante la compleja realidad que nos toca vivir, y que trae consigo innumerables preguntas y profundos cambios”, y lo hacen a través de seis abrazos simbólicos a los enfermos y vulnerables; a los pobres y desamparados; a los que sufren por la violencia; a la cultura democrática y la auténtica promoción del bien común; a la comunidad educativa y a todo el pueblo de Dios.
Pandemia: aplicación de pruebas amplia, constante y expedita
En primer lugar, manifiestan su preocupación por los “hermanos enfermos a causa del COVID-19 y de quienes padecen enfermedades crónico-degenerativas”. En este marco, "es necesario que las autoridades civiles realicen todo el esfuerzo posible para proporcionar, información sólida y transparente sobre la extensión del contagio” y que la “aplicación de pruebas sea amplia, constante y expedita”. Además, señalan que la pandemia ha evidenciado en el país “la necesidad de fortalecer el sistema de salud, la falta de insumos suficientes a los asistentes sanitarios, y la urgencia del acceso a los servicios de salud para todos”.
Necesaria economía solidaria, nadie puede quedar marginado
Abrazando a los hermanos pobres y desamparados, afectados por la suspensión de muchas actividades productivas debido a la pandemia, los prelados evidencian “la urgencia de promoción de la economía solidaria y del consumo local”, haciendo “un llamado a la solidaridad y a poner aquello poco que tenemos, nuestros cinco panes y dos peces que el Señor hará multiplicar”. “Urge, que todos los sectores competentes, gobierno, empresarios y sociedad, generemos condiciones que modifiquen el escenario desolador que estamos viviendo: no podemos dejar morir las fuentes de empleo”, señalan. De la misma manera, exhortan a “impulsar y promover a los que menos tienen”:
La violencia no está en cuarentena
En el Mensaje, los obispos de la Conferencia Episcopal Mexicana abordan también el tema de la violencia que “es la única que no está en cuarentena y sigue su estela de muerte e inhumanidad en todo México” y lamentan el aumento de los asesinatos en el país, así como el recrudecimiento la violencia intrafamiliar. Por ello, exhortan al Estado el “hacer efectiva la justicia que implica la seguridad de los ciudadanos, el castigo a los culpables de la violencia y del crimen organizado, sin hacer excepciones en la aplicación del Estado de Derecho. Corrupción e impunidad son un binomio que caminan de la mano, y que nos siguen desafiando en México”, aseguran.
Cultura democrática y libertad de expresión
Sobre de los procesos electorales de 2021 en el país, la Iglesia mexicana evidencia un escenario caracterizado “por la falta de diálogo entre los actores políticos, la polarización ideológica, y el riesgo de una insuficiente división de los poderes públicos que debilita los siempre necesarios contrapesos democráticos”.
Asimismo, los obispos de la CEM hacen un llamado al pueblo y a “todos los actores políticos y sociales responsables para que se fortalezcan las instituciones autónomas del Estado, en especial el Instituto Nacional Electoral, responsable por mandato constitucional de organizar las elecciones federales y coordinar las elecciones locales, así como los tribunales electorales”.
Educación: pandemia es ocasión para acercar a toda la sociedad
Abrazando a la comunidad educativa, los pastores mexicanos reconocen, en primer lugar, los esfuerzos realizados por los padres de familia y los educadores en este tiempo de pandemia, pero no dejan de evidenciar “que se han manifestado, las grandes carencias y desigualdades del Sistema Educativo Nacional”. Por ello, hacen un llamamiento a “replantear la política social, con el fin de encauzar nuestros principales esfuerzos de inversión de recursos, talento y creatividad, en este sector vital para nuestro desarrollo”. Además, recuerdan que el Papa Francisco “nos convoca a hacer un gran pacto educativo, y que la pandemia es una ocasión para acercar y articular a la familia, la escuela y toda la sociedad.
Encuentro, diálogo y compromiso común
Finalmente, en el abrazo “al Pueblo de Dios”, la Conferencia Episcopal mexicana asegura que es el momento de generar “espacios de encuentro, diálogo, y consensos sociales, económicos y políticos: gobiernos, sociedad, iglesias, empresas, medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil, comunidades e instituciones de todo tipo, estamos llamados a manifestar desde nuestras respectivas misiones, nuestro compromiso común por la vida, la justicia, la solidaridad, la subsidiariedad, y el cuidado de nuestra “casa común” – se lee en el mensaje. Y encomendándose a la Siempre Virgen Santa María de Guadalupe, los obispos de México invitan a construir “la ‘casita sagrada’ en la que podamos superar nuestras diferencias para caminar hacia el sueño de Jesús de ser uno, como Él y el Padre son uno”.
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