Paraguay. Obispos proponen una mesa de diálogo para reorientar el liderazgo del país
Una mesa de diálogo para reorientar el liderazgo del país, ha sido la propuesta que los Obispos del Paraguay, encabezados por el presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Adalberto Martínez Flores, Obispo de Villarrica, presentaron al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, durante el encuentro que tuvo lugar el 24 de marzo en la sede de la Conferencia Episcopal Paraguaya (Cep), en Asunción. Así lo informó en nota enviada a la Agencia Fides por el secretario general y portavoz de la CEP, monseñor Amancio Francisco Benítez Candia, obispo de Benjamín Aceval, quien precisó que el encuentro fue solicitado por el presidente de la República, y que los obispos no han dado apoyo a Abdo Benítez, tal como informa la agencia Fides. Los Obispos reiteraron la invitación al presidente a estar constantemente a la escucha de la gente. El secretario de la CEP precisó que la Conferencia no liderará la eventual mesa, aunque ha manifestado la disponibilidad de su presencia “acompañando a todos, al Gobierno, al pueblo, a toda la ciudadanía”.
La situación en Paraguay es crítica a causa de la pandemia, con graves incidencias en el sector económico y social. El gobierno de Paraguay anunció el 24 de marzo medidas con las que intenta dar respiro al sistema de salud, que se ha derrumbado por la saturación de pacientes con Covid-19. Según el nuevo decreto presidencial, a partir de este sábado 27 de marzo, sólo se permitirán "movimientos mínimos e indispensables" de ciudadanos para el traslado de enfermos o para la compra de alimentos. Pablo Lemir, médico forense jefe del Ministerio Público de Salud, dijo a la prensa que Paraguay podría tener que utilizar los llamados "cementerios humanitarios", es decir, fosas comunes, ante la enorme cantidad de muertes de Covid. A esta grave situación de crisis se suma la falta de las vacunas destinadas al país. El mayor temor es para el sector económico, que según Fides logró resistir la pandemia en 2020.
Debido a la grave situación, parte de la población se manifestó contra el gobierno. El Papa Francisco se había pronunció sobre la situación en Paraguay en la Audiencia General del 17 de marzo:
“Durante esta semana me han preocupado las noticias que llegan desde Paraguay. Por intercesión de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, pido al Señor Jesús, Príncipe de la Paz, que se pueda encontrar un camino de diálogo sincero para hallar soluciones adecuadas a las actuales dificultades, y así construir juntos la paz tan añorada. Recordemos que la violencia siempre es autodestructiva. Con ella no se gana nada, sino que se pierde mucho”.
Antes de ello, el 13 de marzo, el presidente de la CEP había emitido una carta titulada “Llamados a practicar las buenas obras en favor de los demás", en la que, entre otras cosas, expresaba:
Junto con el Papa Francisco decimos: Todos debemos implicarnos. Las autoridades y los ciudadanos debemos unirnos en un esfuerzo común, en favor de la salud y la vida de las personas. Además, con máxima responsabilidad, todos debemos cumplir las medidas de seguridad sanitaria, para proteger la vida de nuestros hermanos y la nuestra. “La vida es primero” (Francisco).
Con información de la Agencia Fides
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