Recorrido sinodal en Jordania: una oportunidad para dar testimonio de Cristo
Federico Piana - Ciudad del Vaticano
La pequeña Iglesia de Jordania también ha iniciado su camino sinodal. En el país del Cercano Oriente, donde los cristianos son una minoría de alrededor del 6%, una misa solemne inició el proceso de escucha y discernimiento que, como en todas las demás Conferencias Episcopales y diócesis del mundo, terminará en abril de 2022 en vista de la Asamblea del Sínodo de los Obispos prevista para 2023.
Deseo de unidad
Una apertura realmente excepcional si se tiene en cuenta que a la celebración eucarística asistieron cristianos de diferentes ritos presentes en el país, como los melquitas o los siríacos. Así lo informó el misionero de Orione, el padre Hani Polus Hal Jameel, según el cual todos los participantes en la misa solemne compartían el mismo espíritu de comunión. Fue en ese mismo momento", dice el sacerdote, "cuando me di cuenta de la existencia de una Iglesia cada vez más ávida de participación y fraternidad.
Iglesia de los testigos
Aunque el episcopado local aún no ha definido las directrices concretas del proceso sinodal, el padre Hal Jameel está convencido de que será una oportunidad preciosa para ser testigos creíbles del Evangelio y de la caridad: "Es cierto que somos una minoría aquí, pero podemos convertirnos en una Iglesia de testimonio: podemos dar a conocer a Cristo a quienes nunca han oído hablar de él". El misionero de Orione explica también que el camino sinodal puede ser una oportunidad para reforzar la cooperación entre los cristianos pertenecientes a los distintos ritos y animarles a trabajar juntos para las emergencias que debe afrontar el país. Los problemas críticos a los que nos enfrentamos hoy", concluye el padre Hal Jameel, "son sobre todo las nuevas formas de pobreza y la llegada de miles de emigrantes que huyen de su patria a causa de la guerra y el hambre.
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