Padre Javier: La alegría de los fieles al estar con el Santo Padre
Patricia Ynestroza - Ulán Bator
La Iglesia en Mongolia se ha empeñado mucho en el trabajo social, en la ayuda a los más pobres, los más necesitados, dijo el religioso. En el país hay mucha pobreza, mucho abandono, por tanto, los misioneros dedican el 70 por ciento de sus actividades en ayudar a los más necesitados. El voluntariado es casi inexistente, por eso el Papa lo solicitó en su discurso. Es así como el padre Javier, misionero neo catecumanel, explica la labor de los misioneros, sobre todo en la Casa de la Misericordia.
El encuentro del Papa con religiosos
Para el sacerdote, el momento que quedará grabado en su memoria es el del Papa con los misioneros y con todos los fieles en la Catedral. Estaban todos allí, con alegría, saber que a pesar de que nuestra realidad es una pequeña comunidad -dijo- no importa, sentir las palabras de ánimo que nos dio el Papa.
"Animarnos a continuar a pesar de las dificultades, por sin tener miedo a la pequeñez. Yo vengo de Japón, estoy acostumbrado a iglesias pequeñitas y aquí muchas veces me he encontrado con el deber, digamos así de animar los demás a no preocuparse porque seamos pocos, se empieza por poquito, los discípulos eran 12 y de allí crecieron, pues, en esta iglesia, un poquito, con dos o tres monjas, pues animarlas a continuar no pasa nada poco a poco".
Sobre los ánimos de los mongoles por visita del Papa
Mucha alegría, o sea, se han sentido, sobre todo amados, viendo que es una realidad tan pequeña que venga el Papa a verles a ellos personalmente, dijo, sobre todo porque no viene de camino a otro sitio, sino que viene, específicamente para ellos, para ellos es una alegría inmensa, señaló.
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