Iglesia boliviana: "Estamos aquí para escuchar, acompañar y ayudar"

Vatican News 

La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) ha emitido un comunicado titulado “A grandes males, grandes soluciones”, en el que expresa su preocupación por la situación económica y social que atraviesan las familias bolivianas. El mensaje refleja un profundo compromiso de la Iglesia por ser un espacio de esperanza, apoyo y encuentro en tiempos de dificultad.

En su comunicado, los pastores hacen un llamamiento a la unidad y colaboración entre los sectores público, privado y la ciudadanía, con el fin de superar los complejos desafíos actuales que enfrenta Bolivia. La Iglesia insta a las autoridades del país a implementar soluciones estructurales que vayan más allá de los paliativos momentáneos, que, según la CEB, no resuelven los problemas de fondo que aquejan al país. A su vez, pide medidas concretas que permitan una transformación profunda y sostenible en el sistema económico nacional.

La CEB señala que las medidas anunciadas por el Gobierno, aunque valoradas como intentos por mejorar la situación, no abordan la raíz de la crisis. La Conferencia Episcopal resalta la necesidad de propuestas estructurales que incluyan, entre otras, la importación de crudo libre de impuestos para evitar que la ciudadanía sufra con los altos costos de los combustibles, la reducción del gasto público, el fomento de las exportaciones, el fortalecimiento de la inversión privada y un cambio en el modelo económico. Este último apunta hacia una transición de una economía basada en la redistribución a una orientada hacia la generación de riqueza.

La CEB asegura que estas acciones permitirían crear un sistema económico más sostenible y robusto, capaz de afrontar los retos de largo plazo que enfrenta el país. En este contexto, la Iglesia reitera que se necesita una transformación estructural que no solo apunte a soluciones temporales, sino que trabaje por el bienestar integral de todos los bolivianos.

Los pastores también expresan una profunda preocupación por las dificultades que atraviesan los hogares bolivianos, especialmente aquellos que no pueden acceder a un empleo digno ni cubrir las necesidades básicas de sus familias. En este sentido, la Iglesia refuerza su compromiso de ser un faro de esperanza y acompañar a los más necesitados, ofreciendo un espacio de apoyo y encuentro en medio de la adversidad.

La CEB llama a mantener la fe, la esperanza y la solidaridad, valores fundamentales que, según la Iglesia, son esenciales para superar la crisis. Además, invoca la intercesión de la Virgen de la Esperanza para que, con su guía, el pueblo boliviano encuentre fortaleza en estos tiempos difíciles.