Instituto Europeo de Bioética: impacto de la pandemia en el cuidado de los ancianos
Roberta Barbi - Ciudad del Vaticano
En Bélgica, con la reapertura de bares y restaurantes y la inminente reapertura de las fronteras nacionales, el Instituto Europeo de Bioética, con sede en Bruselas, se pregunta una vez más sobre el impacto de la epidemia en las condiciones de la población anciana del país, en un intento de hacer un balance inicial, tras la alarma lanzada por la misma institución el 16 de abril sobre el riesgo de la llamada "eutanasia pasiva", es decir, que muchos ancianos no fuesen tratados intencionadamente, enmascarando la decisión que subyace a la necesidad de dar prioridad a los más jóvenes en la atención durante la fase de emergencia total.
Estos son los interrogativos a los que el Instituto está tratando de responder: ¿Las personas en los asilos de ancianos que han sido afectados por el Covid-19 han recibido una atención adecuada? ¿Han aumentado las solicitudes de eutanasia en esta categoría de población durante este período?
"En nuestro país, los ancianos han pagado un alto precio por la crisis del Coronavirus, tanto en términos de muertes como de aislamiento. En medio de los desórdenes, las residencias de ancianos se vieron obligadas a impedir a los residentes todo contacto físico con el mundo exterior, incluidos sus seres queridos", se lee en el artículo de la página web de los obispos. Este aislamiento fue necesario para frenar la propagación del virus, pero tuvo un impacto significativo en la moral de los residentes de los asilos.
La muerte por soledad y desesperación, es difícil de cuantificar: de hecho, varias instituciones no han dudado en hablar de "eutanasia pasiva", término que se refiere al sacrificio que habrían tenido que sufrir los ancianos de las residencias de ancianos, con la ausencia casi sistemática de atención hospitalaria a los residentes enfermos que habría permitido evitar el congestionamiento de las salas de cuidados intensivos.
Otro interrogativo en el que está trabajando el Instituto Europeo de Bioética es: ¿qué impacto ha tenido este aislamiento en las demandas de eutanasia por parte de los ancianos? En Turnhout, por ejemplo, el director de la residencia de ancianos "De Wending" informó de un aumento de las solicitudes de eutanasia dentro de su institución desde el comienzo del aislamiento. Luc Op de Beeck explica este aumento con el hecho de que "la voluntad de vivir de estos residentes se ha apagado después de dos meses sin ninguna visita personal".
Más allá de este caso específico, el Instituto llega a la conclusión de que hoy en día no es posible afirmar que se haya producido un aumento general de las solicitudes de eutanasia en Bélgica desde el comienzo de la crisis sanitaria. Además - considera - también deberían calcularse las solicitudes de eutanasia presentadas antes de que se desencadenara el lockdown y cuya ejecución se pospuso por la fuerza: por lo tanto, sería posible formular la hipótesis, en cambio, de que el número de eutanasias haya disminuido durante la crisis sanitaria, hipótesis que evidentemente tendrá que ser confirmada. Esta hipótesis también podría vincularse a una mayor voluntad de la sociedad de luchar por la protección de la vida de las personas vulnerables: una cuestión que se habría hecho más evidente precisamente como resultado de la pandemia.
En Bélgica la eutanasia es legal desde 2002, pero el 5 de marzo, justo antes de que iniciase la cuarentena, la ley se modificó nuevamente con la obligación de que el médico que recibe una solicitud de eutanasia proporcione a los familiares los contactos de las estructuras especializadas para esta práctica.
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