Miles de niños africanos afectados por la viruela del mono
Edoardo Giribaldi - Ciudad del Vaticano
Un llamamiento de 58,8 millones de dólares para hacer frente a la crisis del virus mpox, conocido como «viruela del mono», que está afectando principalmente a los grupos de población más jóvenes en seis países africanos. Esta es la cifra calculada por Unicef, que informa 22.000 casos sospechosos y confirmados de viruela del mono este año, de los cuales el 60% son niños menores de 15 años. Y son precisamente los más jóvenes los que representan la mayor parte de las 700 muertes, alrededor del 80%, registradas sobre todo en las comunidades locales más desfavorecidas. «Es crucial responder a esta epidemia centrándose en la apertura de un enfoque integrado para intentar interrumpir la transmisión», declara el portavoz de la organización humanitaria, Andrea Iacomini.
Un plan multidimensional para luchar contra el virus
Una crisis en la que también influyen otros factores, como el acceso limitado a la atención sanitaria y al saneamiento, la desnutrición y los desplazamientos, plagas presentes en la República Democrática del Congo (RDC), donde se concentra el mayor número de muertes de los más pequeños, y que han llevado al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia a planificar un enfoque multidimensional que incluye varios pasos, empezando por el «control de la infección», explica Iacomini, «es decir, mejorar la prevención en los hogares, las comunidades, las escuelas, los centros de salud, intentar introducir materiales de higiene, formar a los padres y también a los líderes comunitarios de los profesores».
Otro elemento que no hay que subestimar es el de las vacunas, que puede llevarse a cabo mediante la provisión de «ayuda y logística sobre la gestión de la cadena de frío (necesaria para el almacenamiento y transporte seguro de las dosis ed.), manteniendo también la vacunación periódica, que es esencial para los niños». El control del virus, afirma el portavoz de Unicef Italia, pasa también por el buen funcionamiento de los centros de aislamiento, que acogen a mujeres y niños, garantizando «apoyo nutricional y suministros médicos». Por último, pero no por ello menos importante, el llamamiento es también una petición de apoyo en el ámbito de la salud mental, esencial «para hacer frente al estigma de la enfermedad».
Controles de mayor alcance
El esfuerzo de Unicef pretende ser una advertencia de amplio alcance, no sólo centrándose en la propagación del mpox en la RDC, sino teniendo en cuenta los «enormes riesgos para todas las comunidades afectadas» por el virus. El espectro se amplía entonces a la región, incluyendo Burundi, Kenia, Ruanda, Uganda y la República Centroafricana. En estos lugares, de hecho, la variante del clado 1 está proliferando rápidamente, lo que podría provocar un aumento «exponencial» de las muertes.
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