El Papa: Una fe auténtica implica un profundo deseo de cambiar el mundo
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Desarrollen lazos de fraternidad para hacer visible la comunión de las diferencias, de la cual el Espíritu Santo es el maestro, el jefe del proyecto, para hacer crecer, con vuestro testimonio de vida, una cultura del encuentro y del diálogo en medio de la sociedad”, lo dijo el Papa Francisco a los miembros de la Delegación de la Asociación “Logia” de Bélgica, a quienes recibió en audiencia la mañana de este sábado 12 de mayo, en la Sala del Consistorio del Vaticano.
Recuperar la sencillez original del Evangelio
En su discurso, el Santo Padre saludó a los miembros de esta Asociación que se encuentran de visita en Roma y les agradeció por las diversas iniciativas que llevan adelante. “Con ustedes – afirmó el Pontífice – agradezco al Señor que les ha permitido regresar a la fuente y recuperar la sencillez original del Evangelio y hacer surgir el proyecto Logia, que nació en la parte flamenca de Bélgica”. Asimismo, el Papa puntualizó que, en el ámbito de una sociedad secularizada, donde algunos quisieran relegar la religión a lo secreto del interior de las personas; el objetivo de vuestra Asociación, agregó el Pontífice, indica que una fe auténtica implica siempre un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor después de nuestro paso por la tierra.
El Evangelio, una vía de humanización
El Papa Francisco refiriéndose a la presencia de esta Asociación en ámbito público y en los medios de comunicación, los animó a seguir dando testimonio de Cristo y de poner en práctica sus palabras en favor del desarrollo de nuestros talentos y de nuestras capacidades en vista del bien de todos. “Los animo pues – dijo el Pontífice – a sacar a la luz, mediante la participación en el debate público, que el Evangelio es una vía de humanización en la escuela de Jesús, nuestro Señor y nuestro Maestro, no como los enemigos que apuntan el dedo y condenan, sino con dulzura y respeto, sin cansarse de hacer el bien”.
Defender la dignidad de la persona y el bien común
Por ello, el Obispo de Roma los alentó a seguir adelante con las diversas iniciativas que desarrolla esta Asociación, para así dar testimonio del deseo de la Iglesia de acompañar, junto a las diversas fuerzas sociales, las mejores propuestas en favor de la dignidad de la persona y del bien común. “Tengan presente de manifestar – puntualizó el Papa – con sus palabras y sus acciones, que la fe en Jesucristo no es jamás sinónimo de cerrazón, porque ésta es don de Dios ofrecido a todos los hombres como un camino que libera del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento y es la fuente de una alegría que nadie puede quitarnos”.
Promover una cultura del encuentro y del diálogo
Para realizar esta tarea, subrayó el Papa Francisco, es necesario pedir con insistencia en la oración y en la participación en los Sacramentos, la ayuda del Espíritu Santo para que les sea dado un espíritu de santidad. “En esta perspectiva – afirmó el Pontífice – los invito a desarrollar lazos de fraternidad para hacer visible la comunión de las diferencias, de la cual el Espíritu Santo es el maestro, el jefe del proyecto, para hacer crecer, con vuestro testimonio de vida, una cultura del encuentro y del diálogo en medio de la sociedad”.
Antes de concluir su discurso, el Santo Padre les exhortó que con el impulso de la gracia de Dios, puedan humildemente presentar esa santidad a la cual el Señor los llama, construyendo, con audacia y perseverancia, puentes entre los hombres, entre las generaciones, entre los diversos ámbitos sociales y profesionales, y conservando una atención particular a los pequeños, a los pobres y a todos las personas que de un modo u otros son excluidas.
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