El Papa en el simposio ecológico: «La creación es un don, no una posesión»
Ciudad del Vaticano
“El deber de custodiar la creación desafía a todas las personas de buena voluntad y reclama a todos los cristianos a reconocer las raíces espirituales de la crisis ecológica, cooperando en el ofrecimiento de una respuesta no ambigua”, son las palabras del Papa Francisco en el mensaje dirigido al Patriarca ecuménico Bartolomé I y a los participantes en el IX Simposio Internacional dedicado a la protección y preservación del medio ambiente, que se celebra en Atenas del 5 al 8 de junio, bajo el tema “Preservar el planeta y proteger a los pueblos”.
El cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral fue el encargado de leer el mensaje del Santo Padre.
Preocupado ante la situación actual que amenaza el equilibrio de la creación, el Sucesor de Pedro señala que “no sólo se están desmoronando los hogares de personas vulnerables de toda la tierra", (como podemos ver en el creciente éxodo de migrantes climáticos y refugiados medioambientales, ya comentados en la encíclica papal Laudato Si'), sino que además, "estamos condenando a las generaciones futuras a vivir en una casa compartida, reducida a ruinas”.
El mundo que dejaremos para el futuro
“El cuidado de la Creación -insta el Santo Padre- entendido como un don compartido y no como una posesión privada, siempre implica el reconocimiento de los derechos de cada persona y de cada pueblo”. Es una crisis que está “enraizada en el corazón del hombre que aspira a controlar y explotar los recursos limitados de nuestro planeta, ignorando a los miembros más vulnerables de la familia humana”.
Por otra parte, en su escrito el Pontífice hizo referencia al Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por la Creación, que se celebrará el 1 de septiembre, y que fue redactado junto con el patriarca Bartolomé I: una iniciativa que Francisco destaca como "un paso en esta dirección, que demuestra nuestra preocupación común y nuestra aspiración de trabajar juntos para abordar este delicado problema”.
Preocupación por los migrantes y refugiados
Asimismo, en las palabras del Santo Padre, estuvo presente el vivo recuerdo de su visita a Lesbos, junto con el Patriarca ecuménico y Su Beatitud Hieronymos II; una ocasión en la que los tres pudieron manifestar la preocupación común por la situación de los migrantes y los refugiados en todo el mundo.
"Me sorprendió la idea de que un mar tan hermoso se hubiera convertido en una tumba para hombres, mujeres y niños que trataban, en gran medida, de escapar de las condiciones inhumanas de sus tierras", escribe el Papa. "Allí, he podido tocar la generosidad del pueblo griego, tan rico en valores humanos y cristianos, y su esfuerzo, a pesar de los efectos de su crisis económica; para confortar a quienes, expropiados de todos los bienes materiales, se dirigieron hacia sus costas".
Unirnos para cuidar la creación, nuestra casa común
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