Saludos del Papa a los peregrinos que asistieron a la audiencia general
María Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano
A los peregrinos de lengua francesa
Al saludar cordialmente a los peregrinos de Suiza, de Francia y de otros países francófonos, Francisco se dirigió de modo especial a los procedentes de Ginebra, París y de Guadalupe, es decir el pequeño archipiélago de las Antillas, en el mar Caribe que forma una región de ultramar de Francia.
A todos ellos les recordó que “la fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo, que estamos a punto de celebrar, es una invitación a dar un lugar central a la Eucaristía en sus vidas”. Sí, porque como les dijo el Papa antes de bendecirlos, “es la Eucaristía la que nos hace vivir la vida de Cristo y hace la Iglesia”.
A los peregrinos de lengua inglesa
Al dar su bienvenida a los peregrinos de habla inglesa procedentes de Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte, Australia, India, Indonesia, Canadá y los Estados Unidos de América, el Obispo de Roma saludó especialmente a los “Jóvenes Mensajeros de la Paz” de Hiroshima y Nagasaki, que han venido de Japón. Asimismo su saludo fue a los ganadores del tradicional “Concurso Bíblico” en Tierra Santa y se despidió invocando sobre todos ellos la alegría y la paz del Señor Jesucristo.
A los peregrinos de lengua polaca
Además, a los queridos hermanos y hermanas polacos el Papa Bergoglio les recordó que la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, que estamos a punto de celebrar, “es una oportunidad especial para reavivar nuestra fe ante la presencia real del Señor en la Eucaristía”.
Y antes de pedir que la bendición del Señor los acompañe siempre, les deseó que la celebración de la Santa Misa, la Adoración Eucarística y las procesiones por las calles de sus ciudades y pueblos “sean el testimonio de nuestra veneración y adhesión a Cristo que nos da su Cuerpo y su Sangre, para alimentarnos con su amor y compartir su vida en la gloria del Padre”.
A los peregrinos de lengua italiana
Por último, al dirigir su cordial bienvenida a los peregrinos italianos, el Santo Padre saludó de modo especial a los fieles procedentes de Ostuni, a los niños de Primera Comunión de Martinsicuro, a los padres que trabajan activamente en las zonas contaminadas de la región del Véneto, y a los militares de la unidad naval de Santa Rosa.
“Me alegra acoger a los jóvenes, a los ancianos, a los enfermos y a los recién casados – dijo el Papa Francisco – especialmente a los matrimonios de la diócesis de Tívoli”. Y les recordó que pasado mañana celebraremos la memoria litúrgica de San Luis Gonzaga, un admirable ejemplo de austeridad y pureza evangélica. Por eso les pidió que lo invoquen, “para que los ayude a construir una amistad con Jesús que les permita afrontar su vida con serenidad”.
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