Francisco: recordemos siempre el llamado de Papa Wojtyła a abrir las puertas a Cristo
Amedeo Lomonaco – Ciudad del Vaticano
“Demos gracias a Dios por todo el bien realizado en el mundo y en los corazones mediante las palabras, las obras y la santidad de #JuanPabloII. Recordemos siempre su llamamiento: “¡Abrid las puertas a Cristo!”. En el día en que la Iglesia recuerda al Papa Karol Wojtyla, Francisco tuitea en su Cuenta Oficial @Pomtifex y rebobina la cinta de la historia. Es el 22 de octubre de 1978, el día del comienzo del Pontificado de Juan Pablo II. Un día histórico precedido, el 16 de octubre, por la elección al trono de Pedro.
El día de la elección está marcado por el primer saludo y la primera bendición: "Eminentísimos Cardenales - dice Juan Pablo II - han llamado a un nuevo obispo de Roma. Lo han llamado de un país lejano ..., pero siempre tan cerca para la comunión en la fe y la tradición cristiana. He sentido miedo de recibir este nombramiento, pero lo he hecho con el espíritu de obediencia a Nuestro Señor Jesucristo y con total confianza en su Madre, la Santísima Virgen".
Se abren las fronteras de los estados y los sistemas económicos
Unos días después, en la homilía del comienzo del Pontificado, Juan Pablo II pronunció estas palabras: "¡No tengáis miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad! ¡Ayudad al Papa y a todos los que quieren servir a Cristo y, con la potestad de Cristo, servir al hombre y a la humanidad entera! ¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo! Abrid a su potestad salvadora los confines de los Estados, los sistemas económicos y los políticos, los extensos campos de la cultura. de la civilización y del desarrollo. ¡No tengáis miedo! Cristo conoce «lo que hay dentro del hombre». ¡Sólo Él lo conoce! En ese día, Juan Pablo II también elevó "una oración fervorosa, humilde y confiada": "¡Oh Cristo! ¡Haz que yo me convierta en servidor, y lo sea, de tu única potestad! ¡Servidor de tu dulce potestad! ¡Servidor de tu potestad que no conoce ocaso! ¡Haz que yo sea un siervo! Más aún, siervo de tus siervos".
Que las palabras de San Juan Pablo II continúen a inspirar
Comentando las palabras pronunciadas por San Juan Pablo II en 1978, el Papa Francisco, el 17 de octubre del año pasado, durante la audiencia general, expresó un deseo dirigido a los fieles polacos:
"Las palabras que pronunció el día de la inauguración de su pontificado son siempre actuales: ¡No tengan miedo! Abran, abran de par en par las puertas a Cristo! Que sigan inspirando vuestra vida personal, familiar y social; que sean un estímulo para seguir fielmente a Cristo, para ver su presencia en el mundo y en el otro hombre, especialmente en aquel pobre y necesitado de ayuda. El hombre, de hecho, como enseñó el Papa procedente del linaje polaco, es el camino de la Iglesia. Los bendigo de corazón".
Huella indeleble
Con ocasión de una conferencia celebrada el 13 de octubre de 2018, el Papa Francisco subrayó que San Juan Pablo II "dejó una huella indeleble en la Iglesia y en la sociedad". "Que el redescubrimiento del testimonio de fidelidad a Dios y de amor al hombre de este venerable Predecesor mío – se lee en la carta - anime a todos, especialmente a los jóvenes, a abrir de par en par las puertas de Cristo para un generoso compromiso en favor de la paz, de la fraternidad y de la solidaridad".
El tercer pontificado más largo de la historia
Juan Pablo II muere en Roma, en el Palacio Apostólico Vaticano, el sábado 2 de abril de 2005, a las 21.37, en la víspera del Domingo de la Divina Misericordia, instituida por él mismo. Su Pontificado es el tercero más largo de la historia, después de aquel de Pedro y de Pío IX. Los funerales solemnes, en la Plaza de San pedro, se celebraron el 8 de abril. Fue beatificado en el 2011 por su inmediato sucesor Benedicto XVI y canonizado el 27 de abril por el Papa Francisco.
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