El Papa se reúne con Giorgia Meloni, primera audiencia con la Primera Ministra italiana

Salvatore Cernuzio - Ciudad del Vaticano

Con la mano en el hombro de su hija Ginevra, la primera ministra italiana Giorgia Meloni ha llegado esta mañana a las 9.58 al Palacio Apostólico Vaticano para ser recibida por el Papa Francisco por primera vez desde su elección. Dieron la bienvenida a la Primera Ministra, primera mujer que ocupa ese cargo en Italia, los guardias suizos alineados en la guardia de honor y el regente de la Casa Pontificia, el padre Leonardo Sapienza. Francesco Di Nitto, embajador italiano ante la Santa Sede, también estuvo presente.

La conversación privada en la Sala de la Biblioteca con el Papa duró de las 10.00 a las 10.35, y a continuación saludó a la comitiva, en la que figuraban, entre otros, Andrea Giambruno, el subsecretario del Primer Ministro, Alfredo Mantovano, Carlo Deodato, secretario general del Palazzo Chigi, que pidió en broma al Papa que rezara "por la máquina del Palazzo Chigi", y luego el jefe del gabinete, Gaetano Caputi, el consejero diplomático Francesco Talò, y el consejero militar Franco Federici. A cada uno de ellos, el Pontífice les regaló un rosario, mientras que a la hija del primer ministro le regaló unos libros infantiles sobre el nacimiento de Jesús. 

La conversación en la Secretaría de Estado

A continuación, Meloni se trasladó a la Secretaría de Estado para el encuentro con el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, acompañado por monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales. La Oficina de Prensa del Vaticano informa de que "durante las cordiales conversaciones", "se subrayaron las buenas relaciones bilaterales y se mencionaron algunas cuestiones relativas a la situación social italiana", con especial referencia a "los problemas relacionados con la lucha contra la pobreza, la familia, el fenómeno demográfico y la educación de los jóvenes".

En particular, el fenómeno demográfico es un tema que preocupa mucho al Pontífice, que ha denunciado en varias ocasiones el reto del invierno demográfico que debe afrontar Italia. Incluso ayer, en su largo discurso al cuerpo diplomático, el Pontífice había señalado que Italia es un ejemplo de "un peligroso descenso de la natalidad".

También en la conversación en la Secretaría de Estado, informa la nota vaticana, "se examinaron cuestiones internacionales, con especial referencia a Europa, el conflicto en Ucrania y la migración".

Intercambio de regalos

En el momento del intercambio de regalos, el Papa Francisco regaló al Primer Ministro una obra de bronce titulada "Amor social", que representa a un niño ayudando a otro a levantarse, con la inscripción "Amare Aiutare". Además, como es habitual con los jefes de Estado y de Gobierno, entregó los textos del pontificado junto a otros escritos, entre ellos el Documento sobre la fraternidad humana firmado en Abu Dabi en 2019, el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de 2023, un volumen sobre el Apartamento de la Audiencia Papal, editado por la Prefectura de la Casa Pontificia, y el libro 'Una encíclica sobre la paz en Ucrania', que recoge los discursos del Pontífice sobre el atormentado país.

Giorgia Meloni le correspondió con un ejemplar de "La Santa Messa spiegata ai bambini" (La Santa Misa explicada a los niños), de Maria Montessori, de 1955. Junto a éste, también un pequeño volumen que contiene "El Cántico de las Criaturas" y "Los Fioretti" de San Francisco de Asís, de 1920. Por último, también le donó un ángel de su colección privada.

Los mejores deseos del Papa

El de esta mañana es el primer encuentro oficial entre Francisco y la mandataria italiana, en el cargo desde el 22 de octubre de 2022. Ya en los últimos días, durante el funeral de Benedicto XVI el 5 de enero, se había producido un breve encuentro y apretón de manos entre ambos. Hoy ha sido la ocasión para un primer intercambio de puntos de vista sobre Italia y sobre el "querido pueblo italiano", al que, también ayer, en su discurso a los embajadores ante la Santa Sede, animó "a afrontar los desafíos del tiempo presente con tenacidad y esperanza, fuertes en sus raíces religiosas y culturales".