El Santo Padre pide oraciones por su viaje a Mongolia
Sebastián Sansón Ferrari - Ciudad del Vaticano
"Mañana por la tarde partiré hacia el continente asiático, para visitar a los hermanos y hermanas de Mongolia. Les pido que me acompañen en este viaje con su oración. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias". Estas fueron las palabras del Papa Francisco en sus saludos a los fieles y peregrinos hispanófonos congregados en el Aula Pablo VI este miércoles 30 de agosto para escuchar su catequesis.
Es el 43º viaje apostólico internacional del Santo Padre, confirmado el 3 de junio pasado, respondiendo a la invitación del Presidente de Mongolia y de las autoridades eclesiásticas del país.
El Santo Padre partirá este jueves 31 de agosto desde el Aeropuerto Internacional de Roma-Fiumicino a las 18:30, llegando a Ulán Bator a las 10:00 de la mañana, hora local.
Los detalles de la visita fueron expuestos este martes 29 por el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni. El Obispo de Roma pronunciará cinco discursos, todos en italiano, y se encontrará con las autoridades, la sociedad civil, el cuerpo diplomático, líderes de otras religiones y agentes caritativos. Asimismo, inaugurará la Casa de la Misericordia.
Beatificación de la familia Ulma
Al dirigirse a los polacos, Francisco recordó que en Polonia se está celebrando una novena en preparación a la beatificación de la familia Ulma, que se celebrará el domingo 10 de septiembre.
"Que el ejemplo de esta heroica familia, que sacrificó su vida para salvar a los judíos perseguidos, os ayude a comprender que la santidad y los actos heroicos se alcanzan mediante la fidelidad en las pequeñas cosas cotidianas", dijo.
Se trata de un acontecimiento histórico, pues por primera vez en la historia de la Iglesia, una familia entera será beatificada. Polacos, conocidos como los "samaritanos de Markowa" porque les movía el mandamiento del amor y el ejemplo del Buen Samaritano, fueron masacrados por los nazis por acoger a ocho judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
La cercanía con el pueblo ucraniano
Por último, el Santo Padre renovó su proximidad y oración con "la querida y atormentada Ucrania, tan probada por grandes sufrimientos".
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