Francisco a colaboradores de la JMJ: "No olviden lo vivido en Lisboa"
Adriana Masotti - Ciudad del Vaticano
En el Aula Pablo VI, el Papa Francisco recibe agradecido a unos 800 miembros del Comité y de la Fundación Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023, que de diversas maneras trabajaron y apoyaron la JMJ del verano pasado. "Hablo español porque es más seguro, más cercano al portugués", les dice e inmediatamente: "Gracias. Gracias por lo que habéis hecho". El Papa habla del evento celebrado en agosto como un "núcleo de fuerte evangelización, de alegría, de expresión juvenil". Y comparte su impresión y algunos de sus recuerdos:
"Del encuentro de Lisboa llevo conmigo una gran emoción y también el recuerdo de la gente sencilla que arrimó el hombro desde abajo. Todavía tengo el rosario de la mujer de 96 años -¿sigue viva?; luego recuerdo a aquella chica de 19 años, con una gran enfermedad, que había ofrecido su vida por la Jornada pensando que moriría, pero seguía viva. ¿Sigue viva? 19 años. Recuerdo a los hijos de aquella voluntaria que murió en el trabajo, cómo llegaron con alegría y se fueron con tristeza por haber perdido a su madre. Me acuerdo de tanta gente sencilla, de tanta".
Después, Francisco explicó que no podía hablar durante mucho tiempo, debido a la indisposición que le ha afectado en los últimos días, y que otra persona leería su saludo.
Un gran sueño común construido juntos
En el texto preparado, el Papa expresa la alegría de este encuentro en el Vaticano. "Fortalecidos por la ayuda de muchos y por una extraordinaria gracia de Dios, no nos habéis defraudado", dice. Y subraya la capacidad demostrada por los miembros del Comité y de la Fundación para aprovechar al máximo los talentos de cada uno, uniéndolos con confianza "en un gran sueño común".
Que nadie se quede atrás
Que "no se pierda nada" de lo que se ha hecho es el compromiso al que están llamados ahora quienes trabajaron de distintas maneras por aquella Jornada, y el Papa se refiere a Jesús que, como los espigadores "que vuelven a recoger las espigas" dejadas en los campos, cumple la voluntad del Padre que es la de la salvación universal.
Las dimensiones universales del corazón de Dios
En el corazón de la JMJ de Lisboa estaba la figura de María que, como dice el Evangelio, "se levantó y se fue de prisa" creyendo en el poder del Señor. Y a los jóvenes María se les presentó como ejemplo y referencia. El Papa renueva su agradecimiento a quienes lo hicieron posible y concluye:
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