El Papa peregrino en Córcega, entre la piedad popular y los desafíos del Mediterráneo
Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano
Por un lado, la piedad popular, la fe de los sencillos, expresada en peregrinaciones, actos de devoción en los santuarios, cantos y oraciones tradicionales. Del otro, el Mediterráneo con sus desafíos, los ecos de los escenarios bélicos, el drama de las migraciones que han hecho del Mare Nostrum un "cementerio al aire libre". En estas dos líneas se desarrolla el viaje apostólico del Papa Francisco el 15 de diciembre a Córcega, la patria natal de Napoleón, la "Île de beauté", como la llaman, "isla de la belleza", con sus paisajes enmarcados por bosques, playas y montañas, puestos a riesgo por crisis ambientales provocadas por el hombre. Se trata del 47º viaje apostólico con el que Jorge Mario Bergoglio alcanza la cifra de 67 países visitados, un viaje "relámpago" comparado con la larga peregrinación de septiembre al Sudeste Asiático y Oceanía, de menos de doce horas de duración, que el Papa se verá también "cara a cara" durante unos cuarenta minutos con el presidente francés, Emmanuel Macron.
"Francescu", primer Papa en Ajaccio
Se trata también de la primera visita de un Pontífice a la capital, Ajaccio, pero no de un futuro Papa, considerando la escala de Angelo Roncalli, más tarde Papa Juan XXIII, cuando como nuncio en París visitó la isla en 1952. Un hecho histórico recordado dijo el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, en la habitual reunión informativa con los periodistas que seguirán a Francisco en su viaje internacional: "El Papa se mueve para encontrarse con el pueblo cristiano de la isla y para el encuentro de la religiosidad popular". Se trata del Congreso La religiosité populaire en Méditerranée, un evento de dos días organizado por el obispo de Ajaccio, el cardenal François-Xavier Bustillo, que contará con la presencia de más de 400 participantes, entre obispos españoles, franceses, italianos, académicos y representantes de otras zonas con vistas al Mediterráneo. El Papa Francescu se dirigirá a ellos - como se puede leer en el logo azul de la visita, en lengua corsa - en el primero de sus tres discursos (todos en italiano) con los que cerrará el Congreso.
El homenaje a la "Madonnuccia" que liberó a la isla de la peste
“Será una reflexión sobre el tema de la religiosidad popular – afirmó Bruni – que está profundamente sentido en toda Francia”. En particular en Córcega, con la presencia de las cofradías y el culto a la "Madonnuccia", la Virgen que en 1656 protegió la isla, entonces bajo dominio genovés, de la peste, cambiando el curso de los vientos que impedían a los barcos que transportaban enfermos de aprodar en Ajaccio. Un milagro, según los corsos, que evitó la propagación de la epidemia en la isla. Desde entonces la "Madonnuccia" es venerada como patrona y a mediados de marzo se le dedica una gran celebración. La imagen de la Virgen, presente en el logo, acompañará las aproximadamente 12 horas de visita papal. El Papa rendirá homenaje a la estatua mariana deteniéndose "para un momento de reflexión" y el encendido de una vela, en medio del recorrido entre la multitud que lo llevará a los diferentes lugares de los eventos.
Participación en la Conferencia sobre Religiosidad Popular en el Mediterráneo
Serán tres acontecimientos principales ya que el Papa, que partirá a las 7.45 de Roma-Fiumicino, después de una hora y cuarto de vuelo en un avión de Ita Airways, aterrizará en Ajaccio, en el aeropuerto dedicado a Napoleón. Recibido por los ministros del Interior y de Europa y de Asuntos Exteriores, por cuatro jóvenes que le ofrecerán flores, después de himnos, honores militares, presentación de las delegaciones y un encuentro privado con los ministros, Francisco viajará en un automóvil cerrado y luego abierto al Palacio de Congresos y Exposiciones de Ajaccio para el evento sobre la religiosidad popular. En primer lugar, se detendrá brevemente en el Baptisterio de San Juan, que data del siglo VI, pero fue descubierto en 2005 durante las obras de un aparcamiento. En el auditorio del Palacio se pronunciará, pues, el primer discurso en el que, subrayó el portavoz Bruni, "las crisis del Mediterráneo probablemente tendrán eco".
Encuentro con el clero y Misa con miles de fieles
En el exterior, después de despedirse, Francisco saludará a algunos jóvenes que volarán globos de colores y luego, en un coche cerrado, se dirigirá a la catedral tardo-renacentista de Santa María Asunta, para el encuentro con sacerdotes, religiosos, consagrados y seminaristas. Cantos infantiles, flores, saludos, bendiciones, finalmente el rezo del Ángelus. En el tour-de-force hay espacio para una siesta en el palacio episcopal hasta las 14.45 horas, hora a la que el Papa Francisco se desplazará en un kart de golf entre la multitud hasta la Place d'Austerlitz, el gran parque llamado "U Casone" en recuerdo de un antiguo edificio, lugar donde, según la tradición, Napoleón iba a jugar cuando era niño. Es el lugar de la Misa, a la que se espera que asistan alrededor de 7 mil fieles. Además de la homilía, el programa también incluye palabras de agradecimiento de Francisco a la isla. Acto final, en el aeropuerto, con la citada conversación privada con Macron, sobre las 17.30 horas. Por el momento no están previstas más reuniones con el Jefe de Estado.
Conversación con el presidente Macron
Luego despedida a las 18 h, salida a las 18 h 15, vuelo de 50 minutos, aterrizaje en Fiumicino hacia las 19 h 05. Durante este breve viaje, está previsto que el Papa dé la habitual rueda de prensa, seguido de cerca de 80 periodistas de periódicos internacionales: «Tendremos que conseguirlo a tiempo, tal vez sea algo más corto», anticipó Matteo Bruni.
Los motivos del viaje
A una pregunta sobre la "verdadera motivación" que lleva a Francisco, de 88 años, dos días después (17 de diciembre), a Ajaccio, Bruni explicó que "es bien conocida la atención del Papa hacia el tema de la devoción y de la religiosidad popular, lo demuestran sus visitas a numerosos santuarios durante sus viajes: en América Latina y en otras partes del mundo". Luego está el tema del Mediterráneo, también querido por el Papa Bergoglio. "Dos temas que conectan bien".
Fuera de programa y seguridad
El director de la Oficina de Prensa informó luego que en el séquito papal estará el cardenal Dominique Mamberti, prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, nacido en Marrakech, pero de origen francés y ordenado sacerdote para la diócesis de Ajaccio. Bruni también explicó que actualmente no hay planes fuera del programa del Papa, por ejemplo, con las asociaciones más vulnerables y caritativas, un momento que nunca pierde en sus viajes internacionales. No hay "indicios particulares" ni siquiera sobre un refuerzo de la seguridad "fuera de las precauciones ordinarias".
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