El Vaticano, precursor de los Juegos Paralímpicos
Ciudad del Vaticano
Esta asombrosa aventura, hoy un tanto olvidada, se relata en L'Osservatore Romano publicado este sábado: los campeonatos internacionales organizados en el Vaticano entre 1905 y 1908, en presencia del Papa Pío X, incluyeron a atletas con discapacidad, varias décadas antes de que la organización de los "Juegos Paralímpicos", en la tradición de los Juegos Olímpicos, diera a conocer y democratizara la práctica del deporte para discapacitados.
Un número de L'Osservatore Romano de septiembre de 1908, que informa de los resultados de las distintas disciplinas, menciona en particular la participación de un amputado, de atletas sordos e incluso de nueve jóvenes ciegos que tomaron parte en la competición de salto de altura. Estas competiciones, en las que participaron jóvenes con y sin discapacidad, contaron con un total de casi 2.000 atletas, y se beneficiaron del apoyo de la Gendarmería Vaticana y la Guardia Suiza para la seguridad y el protocolo, con el acompañamiento musical de las ceremonias a cargo de bandas de música.
Estas miniolimpiadas fueron un alegre soplo de aire fresco para el Papa, que aún se consideraba "prisionero" en el Vaticano, un territorio que entonces formaba parte del Estado italiano, con el que aún no se habían establecido relaciones diplomáticas.
Al igual que los actuales Juegos Paralímpicos (cuya forma actual, combinada con los Juegos Olímpicos, se organizó por primera vez en Roma en 1960), el objetivo de estas competiciones era sobre todo crear una dinámica de inclusión para estas personas, que a menudo se veían abocadas al desempleo y la pobreza, con muchos casos de niños discapacitados abandonados por sus padres.
Posteriormente, las dos guerras mundiales y su enorme número de "cabezas rotas" y de veteranos que sufrían diversos tipos de discapacidad (a los que se sumaban los numerosos civiles heridos) transformaron la comprensión de la discapacidad por parte del público en general. El deporte fue una de las herramientas para reconstruir cuerpos y sociedades.
Más de 100 años después de estos logros, el club deportivo del Vaticano (Athletica Vaticana) lanzó una sección paralímpica desde el principio, con el apoyo del Papa Francisco. Más allá del aspecto del rendimiento deportivo, el Vaticano sigue siendo un lugar que promueve la inclusión y un espacio de comunidad y apoyo para los jóvenes con discapacidad, que encuentran en él una oportunidad para desarrollar sus talentos.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí