El Día Mundial del Niño: Un abrazo a los chicos de las periferias del mundo
Tiziana Campisi - Ciudad del Vaticano
"¿Habrá algún día una Jornada Mundial del Niño?". La pregunta había sido formulada al Papa por un niño, Alessandro, de 9 años, entre algunos jóvenes "en diálogo" con Francisco en un podcast, el Popecast, en vísperas de la JMJ. "Sería bonito, me gusta mucho", había comentado el Papa, encontrándola una buena idea. "Lo pensaré y veré cómo hacerlo", había añadido. Y su respuesta no se hizo esperar.
Francisco se reunió con más de 7.000 niños de todo el mundo el pasado 6 de noviembre en la iniciativa "Aprendamos de los chicos y chicas" y un mes después, el 8 de diciembre, en el Ángelus anunció para los días 25 y 26 de mayo de 2024 la celebración del primer Día Mundial del Niño (DMN), presentada hoy, 2 de febrero, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Para participar, es posible inscribirse ya hoy en el portal www.worldchildrenday.org.
Niños: Noticias perturbadoras
En una entrevista con periodistas, el cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, organismo al que el Papa ha confiado la organización del primer Día Mundial del Niño, recordó el clima de alegría que caracterizó la cita, hace unos tres meses, con los niños. "Parecía como si estuviéramos ante una primavera cuya fuente vivaz refrescaba de esperanza la tierra y la Iglesia", dijo, por lo que el deseo de Francisco es que el encuentro de los pequeños con el Papa "se convierta en un momento que abarque efectivamente a toda la Iglesia de forma regular".
El DMN se celebrará a nivel universal en Roma, en el Vaticano, donde se reunirán las distintas delegaciones nacionales, y a nivel diocesano, dejando la organización a cada una de las Iglesias locales. "Característica de los niños es su estrepitosa novedad", añadió el cardenal, afirmando que "los niños son el comentario más bello y vivo, escrito en carne, sangre y espíritu, en pasaje del Apocalipsis: 'He aquí que yo hago nuevas todas las cosas', que es el tema elegido por Francisco para la primera cita del próximo mes de mayo".
"Hay una novedad en el Evangelio que los niños expresan de una manera propia", señaló el Cardenal al micrófono de Radio Vaticano - Vatican News, "y eso es lo que la Iglesia quiere poner en el centro, mostrando una imagen de una Iglesia que sabe que es madre, pero que también sabe que es niño y es más joven. Los niños son grandes mediadores de alegría. En un tiempo de nihilismo, de tanto pesimismo histórico como el que estamos viviendo, los niños son portadores de una fe concreta en la humanidad".
Los protagonistas más jóvenes
Para el Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, el Dìa Mundial del Niño -que ofrece la oportunidad de ser protagonistas en momentos muy fuertes de convivencia, oración y formación- puede ser un momento para una evangelización proactiva, frente al rampante analfabetismo religioso de los jóvenes y muy jóvenes, al que se refirió un reportero.
"Vivimos una crisis de transmisión que no es sólo de la Iglesia -observó el cardenal-, sino también de las familias, de las escuelas, y esta jornada es una contribución para una hermosa transmisión, adecuada a los niños". Pero la Jornada con los Niños puede leerse también como una llamada a poner a los más pequeños en el centro del interés de la sociedad y de las familias, por tanto, una iniciativa positiva tras los casos de explotación y abusos surgidos en las últimas décadas, recordados por un periodista.
La maquinaria organizativa se ha puesto en marcha
El padre Enzo Fortunato, coordinador de la Jornada, anunció la puesta en marcha de una mesa técnica que, junto a un comité, ha comenzado a trabajar en el evento, con la implicación de diversas instituciones, diócesis y el Vicariato de Roma. "Lo más hermoso es empezar por los niños", subrayó, "y ¿quién más que los niños puede enseñarnos cómo hacerlo? ¿Y qué sueño más grande que la paz? Partamos de nuevo de ellos, de su sencillez y de su deseo de futuro".
El religioso franciscano explicó que se propondrán tres itinerarios de preparación, uno vinculado a la espiritualidad, otro a la solidaridad y otro a la cultura, con la posibilidad de elegir el de la propia preferencia. En Roma, el 25 de mayo, a las 15.00 horas, habrá un encuentro en un lugar aún por determinar en función del número de inscripciones. La tarde tendrá el mismo formato que el encuentro de noviembre, considerado la edición "cero" del DMN, con testimonios, artistas, las voces de los niños y diálogo con el Papa. El 26 de mayo, a las 10.30 horas, habrá misa en la plaza de San Pedro celebrada por Francisco.
La preparación del himno del día se ha confiado a monseñor Marco Frisina, que también colaborará con los coros del "Zecchino d'oro" que animarán la "vigilia". Para quienes deseen participar en el primer Dìa Mundial del Niño, el portal dedicado ofrece indicaciones, sugiere alojamientos e ilustra las facilidades que ofrecen algunos medios de transporte.
Niños de zonas de guerra y conflicto
Sobre la participación de niños de zonas de guerra y conflicto, Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de Sant'Egidio, ofreció una aclaración. "Nos comprometeremos a acoger, de manera especial, a los niños de las periferias", precisó, respondiendo a la pregunta de un periodista, que habrá niños refugiados en Italia, de Eritrea, Siria, Afganistán, y que se invitará a niños de Haití, Palestina, Ucrania, Sudán del Sur, Mozambique, Nigeria y Colombia, también de otras confesiones religiosas.
Su presencia se armonizará en todo el contexto de oración, aclaró el cardenal Tolentino de Mendonça, en respuesta a otra pregunta. Creemos y profesamos nuestra fe junto a otros creyentes, señaló, y esto quedó patente en la experiencia de la JMJ de Lisboa, que también contó con iniciativas ecuménicas. "Cuando rezamos somos universales y los niños darán un gran ejemplo", señaló el cardenal.
El logotipo
Durante la rueda de prensa también se presentó el logotipo del Día Mundial de la Infancia, en el que un diseño gráfico minimalista representa el contorno estilizado de la cúpula de San Pedro, con la cruz y la linterna en cuyo interior están las huellas de las manos de muchos niños.
El significado fue ilustrado por el diseñador Marco Capasso: la cúpula abraza, acoge y protege a los pequeños representados por las huellas de las manos, cuyos diferentes colores recuerdan la multiplicidad de culturas que confluyen en una unidad que acoge y valora las diferencias; la linterna es una metáfora de los cristianos "portadores de luz", mientras que la cruz simboliza la pasión y resurrección del Hijo de Dios, que se hizo hombre por nosotros.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí