2024.11.20 La nuova edizione del "Rito delle esequie del Romano Pontefice"

Publicada la nueva edición del libro litúrgico para las exequias del Papa

Francisco lo aprobó el pasado mes de abril y ha sido editado por la Oficina de Celebraciones Litúrgicas. Monseñor Ravelli: «El rito renovado subraya que el funeral del Romano Pontífice es el de un pastor y discípulo de Cristo y no el de un poderoso hombre de este mundo».

Vatican News

La Oficina para las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice ha editado y publicado la segunda edición típica del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, aprobado el 29 de abril de 2024 por el Papa Francisco, que recibió el primer ejemplar del volumen impreso el pasado 4 de noviembre. Entre las novedades introducidas están la constatación de la muerte ya no en la habitación del difunto sino en la capilla, la deposición inmediata dentro del ataúd, la exposición a la veneración de los fieles del cuerpo del Papa ya dentro del ataúd abierto, y la eliminación de los tradicionales tres féretros de ciprés, plomo y roble. El libro litúrgico se presenta como una nueva edición de su predecesor, la editio typica del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis aprobada en 1998 por san Juan Pablo II y publicada en 2000, que se utilizó en los funerales del mismo Pontífice en 2005 y, con adaptaciones, en los del Papa emérito Benedicto XVI en 2023. «Se hizo necesaria una segunda edición -explicó el arzobispo Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas de los Pontífices-, en primer lugar porque el Papa Francisco pidió, como él mismo declaró en varias ocasiones, simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración de las exequias del Obispo de Roma expresara mejor la fe de la Iglesia en Cristo resucitado... El rito renovado, además, debía subrayar aún más que las exequias del Romano Pontífice son las de un pastor y discípulo de Cristo y no las de un poderoso hombre de este mundo».

Continuidad y novedad

La Oficina para las Celebraciones Litúrgicas, sirviéndose de diversos expertos, ha llevado a cabo una profunda revisión de todo el libro, interviniendo después en el léxico, en los textos litúrgicos y en cada uno de los ritos, adaptando todo el ritual a la nueva Constitución Prædicate Evangelium de marzo de 2022 que, manteniendo el oficio del Camarlengo, suprime la Cámara Apostólica. Se mantienen las tres «estaciones» clásicas, la del domicilio del difunto, la de la Basílica Vaticana y la del lugar de la sepultura. «Sin embargo -continúa explicando monseñor Ravelli-, la estructura interna de las Estaciones y los textos han sido revisados a la luz de la experiencia adquirida con las exequias de san Juan Pablo II y Benedicto XVI, de las actuales sensibilidades teológicas y eclesiales, y de los libros litúrgicos recientemente renovados». Entre las novedades más relevantes figura la simplificación de los títulos pontificios: se ha retomado la terminología utilizada en la tercera edición del Missale Romanum (2008), es decir, los apelativos de Papa, Episcopus [Romæ] y Pastor, mientras que en las premisas generales y rúbricas se ha optado por la expresión Romanus Pontifex, conforme al título del libro litúrgico. En la traducción italiana se ha retomado el vocabulario utilizado en la segunda edición del Rito de las Exequias (2010) editada por la Conferencia Episcopal Italiana, de la que se ha actualizado gran parte de la terminología de la versión italiana del Rito, por ejemplo prefiriendo el término feretro para indicar el cuerpo ya cerrado en el ataúd. «La estructura del nuevo Ordo -añade el Maestro de las Celebraciones Pontificias- se ha simplificado revisando o eliminando varios elementos rituales que resultaban difíciles de coordinar o que ahora se consideraban inapropiados. Además, cada secuencia ritual se ha hecho más clara y precisa, del mismo modo que se han definido mejor las competencias y funciones de quienes participan en la preparación y ejecución de los ritos».

La nueva edición del «Rito de las exequias del Romano Pontífice».
La nueva edición del «Rito de las exequias del Romano Pontífice».

Las tres «estaciones

La primera estación «en casa del difunto» incluye las novedades de la constatación de la muerte en la capilla privada del difunto, en lugar de en la cámara, y la deposición del cuerpo en el ataúd de madera único y en el ataúd interior de zinc, antes de su traslado a la Basílica. Se suprimió el primer traslado al Palacio Apostólico. Se han precisado algunos pasajes remodelando la segunda estación: dado que la deposición en el féretro ya ha tenido lugar tras la constatación de la muerte, el féretro se cierra la víspera de la misa exequial. La segunda estación «en la basílica vaticana» contempla un único traslado a San Pedro, el cierre del féretro y la misa exequial. En la Basílica Vaticana, el cuerpo del Papa difunto se expone directamente en el féretro y «ya no en un féretro alto», además, de conformidad con lo que establece el Cæremoniale Episcoporum para las exequias de los obispos diocesanos, durante esta exposición no se colocará el báculo papal junto al féretro. Por último, la tercera estación «en el lugar de la sepultura» incluye el traslado del féretro al sepulcro y el entierro. «Esta estación», explica Ravelli «ha sufrido una importante racionalización debido a la supresión del depósito y cierre del ataúd de ciprés en un segundo de plomo y un tercero de roble u otra madera». Otra novedad consiste en la introducción de las indicaciones necesarias para una posible inhumación en un lugar distinto de la basílica vaticana.

Revisión exhaustiva de los textos

La nueva edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis también ha sido objeto de una profunda revisión de los textos rubricales, eucarísticos y bíblicos. En particular, las oraciones latinas han tenido que adecuarse a la tercera edición típica del Missale Romanum de 2008 y a la traducción bíblica de la Nova Vulgata, mientras que la traducción italiana se ha adecuado a la tercera edición del Misal Romano de 2020 y al Leccionario CEI vigente desde 2008. «Para dejar mayor libertad en la elección del repertorio a interpretar», añade monseñor Ravelli, «se decidió eliminar la notación musical, insertando al mismo tiempo referencias precisas a las páginas del Graduale Romanum de 1979, como libro litúrgico oficial de canto de la Iglesia romana. También en este caso, los textos de los salmos se han uniformizado a la Nova Vulgata». Se han corregido errores tipográficos y se ha mejorado la correspondencia de algunas traducciones con el original latino. Las letanías de los santos, cantadas durante las exequias en dos ocasiones: durante el traslado del cuerpo del Papa a la basílica, en la forma más larga, y durante la súplica tradicional de la Iglesia de Roma, al final de la misa exequial, para la que se ha elegido la forma corta. Se han incluido todos los santos celebrados con el grado de fiesta o memoria obligatoria, indicados en el Calendario General, y se han completado con la inclusión de todos los santos Papas presentes en el Calendario General con el grado de memoria facultativa y algunos santos de la Iglesia de Roma.

Los "Novendiales"

Un cuarto y último capítulo del libro litúrgico está dedicado a las disposiciones para los novendiales, las Misas en sufragio del Papa difunto celebradas durante nueve días consecutivos a partir de la Misa exequial. En el ritual se incluyen cuatro -y ya no tres- formularios de oraciones, pues se han recogido todas las que ofrece el Missale Romanum por el Papa difunto y la del obispo diocesano fallecido. A diferencia de la edición anterior, se omiten los textos del Leccionario, del que sólo se ofrecen en su lugar las indicaciones bíblicas. Por último, esta nueva edición no incluye el importante apéndice con el Ordinario de la Misa, las colecciones de salmos penitenciales y graduales y los cantos del Ordinario con notación gregoriana. «El Ordo Exsequiarum Romani Pontificis -concluye el Maestro de las Celebraciones Pontificias- no está concebido como un ”misal plenario", sino como un Ordo en el sentido propio del término, es decir, que contiene las indicaciones rituales, el desarrollo de los ritos y los textos propios, pero se remite para todo lo demás a los libros litúrgicos en uso, es decir, el misal, el leccionario y el gradual. El resultado, por tanto, es un volumen más ágil, fácil de consultar y preciso en sus indicaciones rituales, un instrumento esencial para la preparación y celebración de las exequias del discípulo de Cristo elegido sucesor de Pedro».

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20 noviembre 2024, 14:30