Cardenal Baldisseri: queremos que los jóvenes sean escuchados

“Queremos que los jóvenes sean escuchados y que sean los primeros en hablar. Por eso nos pareció muy importante que ellos mismos se vuelvan como ‘Padres sinodales’”: lo afirmó S.E. el Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, entrevistado por nuestra compañera Cristiane Murray.

El purpurado se refiere a la semana dedicada a los jóvenes antes de la Semana Santa, y explica que el domingo 25 de marzo, domingo de Ramos, se celebrará la Jornada Mundial de la Juventud a nivel diocesano en la Plaza de San Pedro.

“Queremos poner en manos del Santo Padre el documento que los jóvenes habrán podido elaborar durante esta semana. Diría que este documento se entregará a los Padres sinodales en el mes de octubre y también servirá para completar nuestro trabajo del Instrumentum Laboris. Los jóvenes invitados son los indicados por las conferencias episcopales. Además, participarán quince jóvenes de las Iglesias orientales, representantes de movimientos católicos; seminaristas; postulantes y religiosos”.

El Secretario del Sínodo señala que además participarán voluntarios, quienes están fuera de la Iglesia y los que ponen en duda la fe, es decir, los agnósticos. “Y – añade – dice el Papa, por qué no, los ateos. Están todos llamados”.

Sobre las expectativas de los jóvenes en relación a la Iglesia, sus demandas y aspiraciones, el Cardenal refiere que la primera es la que siempre repiten: “queremos ser escuchados”. La segunda es “queremos tener un lugar en la Iglesia”. Y la tercera es que quieren participar activamente. Hay “grandes propuestas y grandes ideales”, observa, pero lamenta la falta de agentes en el campo de la pastoral: “jóvenes e incluso sacerdotes han disminuido en número; los oratorios que, por falta de personal y también de subsidios y ayudas, no son más eficientes”.

Una situación que trae como consecuencia  “que el joven se sienta un poco marginado”, porque “no tiene espacio”. “Hay una gran sed del significado de la vida”, dice.

El Cardenal Baldisseri responde sobre la importancia que el Papa da al protagonismo de los jóvenes que vienen de las periferias, quienes poseen las perspectivas más difíciles: “Los jóvenes de las periferias, en el más amplio sentido de la palabra, también son los más expuestos. Está la periferia "geográfica", que no es sólo la existencial en sí misma. Allí vemos cómo los jóvenes realmente no tienen con quién hablar, a quién recurrir. Y desafortunadamente son presas, víctimas de organizaciones de drogas, sexo, etcétera. El Papa habla a menudo de la trata de personas, que en esas periferias, también geográficas, son preocupantes. La Iglesia debe ocuparse de esas periferias: no solo estar en el centro, sino salir”.