Exhortaciones del Papa a los peregrinos del mundo
Cecilia de Malak – Ciudad del Vaticano
El Obispo de Roma hizo hincapié en el «diálogo entre Dios y su pueblo»
Dejar que la Palabra inunde nuestros corazones y ponerla en práctica
«Queridos hermanos ¿cómo podremos afrontar nuestra peregrinación en la tierra, sin dejarnos alimentar por la Palabra de Dios que resuena en la liturgia? Pidamos al Espíritu Santo que abra nuestros corazones a la Palabra y que la pongamos en práctica en nuestra vida cotidiana.
En los textos bíblicos Dios mismo habla con nosotros. Acojamos con alegría su Palabra, para que la semilla que el Señor siembra en nuestro corazón crezca y dé frutos abundantes».
La Madre de Dios guíe nuestro camino
Quiera el Señor colmar vuestros corazones con un gran amor a su Palabra, para que puedan poner la voluntad divina en el centro de vuestra vida, como la Virgen María. Ella que acogió y en la que se encarnó el Verbo de Dios, sea vuestra guía y consuelo.
La Exhortación del Apóstol Santiago, en el saludo del Papa también a los peregrinos de lengua árabe, en particular a los provenientes de Oriente Medio:
«Queridos hermanos y hermanas, la acción del Espíritu necesita corazones que se dejan moldear y cultivar, por lo tanto «pongan en práctica la Palabra y no se contenten sólo con oírla, de manera que se engañen a ustedes mismos»
«Participando en la Santa Misa intenten escuchar con atención la Palabra de Dios», alentó asimismo el Santo Padre en su saludo a los peregrinos polacos:
«Que la Palabra los forme y transforme. Que pueda moldear la vida de vuestras familias y, en particular, inspirar la educación de los niños y de la juventud. Anuncien la Palabra de Dios por doquier, no tengan miedo de hablar de Dios, de la fe, de la Iglesia. Confírmense los unos a los otros en la fe, para perseverar fielmente en la enseñanza de Jesús».
La audiencia general coincidió con el día en el que la Iglesia hace memoria del Fundador de los Salesianos y el Papa Francisco lo recordó en sus palabras de aliento y bendición a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados:
«Hoy recordamos a San Juan Bosco, padre y maestro de la juventud. Queridos jóvenes, contémplelo como educador ejemplar. Ustedes, queridos enfermos, siguiendo su ejemplo confíen siempre en Cristo crucificado. Y, ustedes, queridos recién casados, acudan a su intercesión para asumir con generoso compromiso vuestra misión conyugal».
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí