Monseñor Collazzi: en Uruguay aguardamos la visita del Santo Padre con el corazón abierto
De Griselda Mutual
Continúan los Obispos Uruguayos en Roma realizando su visita ad Limina apostolorum, es decir, a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo, visita que se extenderá hasta el miércoles 22 de noviembre. Los prelados encontraron al Sucesor de Pedro en el jueves 16 de noviembre, y el domingo 19 concelebraron junto a él en la Basílica Vaticana la primera Jornada Mundial de los Pobres.
En esta semana los catorce Obispos provenientes de nueve de las diez diócesis del País, siguen encontrando a los colaboradores del Papa en los distintos dicasterios y congregaciones, informando sobre la situación de la Iglesia en su país, y compartiendo iniciativas y distintas acciones pastorales.
“Una gran alegría y un momento de gratitud al Señor por la visita ad limina que tiene este sentido tan fuerte en la historia de la Iglesia y en la vida de un obispo”, describe primeramente el Presidente de la Conferencia Episcopal Uruguaya y Obispo de Mercedes Mons. Carlos María Collazzi, la visita a la tumba de los apóstoles, al ser entrevistado en nuestros estudios.
“Me tocó comenzar el encuentro con el Santo Padre y hacer presente algo que sucedió el domingo pasado en Florida, cuando celebramos la peregrinación a Nuestra Señora Patrona del Uruguay, la Virgen de los 33”, refiere, aludiendo a la multitudinaria cita anual de los fieles uruguayos, que se llevó a cabo en el domingo 5 de noviembre.
Mons. Collazzi explica a continuación que el Secretario General de la Conferencia, Monseñor Milton Tráccoli, Obispo Auxiliar de Montevideo le preguntó al pueblo en ese domingo dos cosas. En primer lugar, si se rezaba por el Papa, a lo que siguió la aclamación y la exclamación afirmativa unánime y muy sentida del pueblo.
“Hubo una segunda pregunta, la primera que le dije al Santo Padre, - prosigue - y fue que, desde el Presidente de la República que lo invitó, hasta el último uruguayo, aguardamos su visita”. “Le contamos lo que se le preguntó al pueblo uruguayo el domingo pasado: si estaba de corazón abierto dispuesto a recibir al Papa”, y “el Santo Padre con una gran sonrisa nos escuchó, y yo le manifesté al terminar, que si Dios quiere, lo esperamos, no sabemos cuándo”.
Acerca de las consignas o mensajes, dados a ellos por el Obispo de Roma, Monseñor Collazzi refiere que fueron varios los mensajes, pero destacó el impulso que sintió del Sucesor de Pedro para que continúen con su trabajo pastoral: “Nos dio varios mensajes pero creo que lo más fuerte a mi modo de ver fue que nos animó a ser obispos en los tiempos en que nos toca vivir, en una sociedad como la uruguaya, en una iglesia que tiene sus grandes riquezas en su pobreza, dicho con las palabras de los obispos latinoamericanos, una iglesia pobre. Nosotros lo decimos con cierto sano orgullo, y eso provoca cercanía y familiaridad, todas actitudes que le comentamos al Santo Padre. Para un obispo es tan normal ser cercanos que, si no lo somos, se no puede, de alguna manera, yo diría casi como criticar”.
“El Papa –concluye - subrayó mucho nuestra cercanía con la gente y nos animó a seguir siendo obispos de este cambio de época”, “de un sociedad que está abierta a lo religioso pero que normalmente lo deja de lado, prescinde de lo religioso”.
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