“De los tubos a los bits”. Tecnología y tradición de la Capilla Musical Pontificia
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Nuevas exigencias necesitan nuevas soluciones”, con estas palabras Mons. Massimo Palombella, Director de la Capilla Musical Pontificia “Sixtina”, comenta a los micrófonos de nuestro colega Massimiliano Menichetti, la novedad introducida a fines de 2017, en el uso de un nuevo órgano digital para las celebraciones papales en la Plaza y en la Basílica de San Pedro.
El Director de la Capilla Musical Pontificia “Sixtina” señala que, es una gran oportunidad que el nuevo instrumento esta en grado de cubrir con su “excelencia” el entero espacio acústico de uno de los más grandes lugares de culto. Una realidad hecha posible gracias a la donación de la empresa estadounidense, Allen Organ Company, líder en el sector desde hace 70 años.
El nuevo órgano digital acompañará las celebraciones papales de fin de año
El nuevo instrumento musical debutó en la Basílica de San Pedro la noche del 24 de diciembre, en la celebración de la Misa de la Natividad del Señor; además, el instrumento acompañará las celebraciones papales de fin de año. Así, este instrumento se suma al ya presente y precioso órgano tubular, ubicado en el Altar de la Catedra, que permanece insustituible para todos los eventos que se desarrollan en esta área: “Ahí – explica Mons. Palombella – es realmente útil en toda su amplitud a través del sonido real de los tubos, sin tener que ser amplificado”. De hecho, hasta hoy, el sonido de los tubos de aire eran reproducidos por micrófonos y difundidos a través de los amplificadores en toda la Basílica, en la Plaza de San Pedro y, a través de la señal internacional, en todo el mundo, con el inevitable corte de frecuencia y no pocos problemas relacionados a sonidos del ambiente.
La Reforma Litúrgica impulsa buscar nuevas soluciones
“Antes del Concilio Vaticano II las celebraciones Pontificias – explica Mons. Palombella – se desarrollaban en la Capilla Sixtina y no existía la cuestión del sonido internacional o de la grabación con micrófonos y sobre todo no existía el órgano de tubos. Las Celebraciones en la Basílica de San Pedro se desarrollaban – y se desarrollan – en el Altar de la Catedra y el órgano de tubos es perfecto para este espacio acústico. Después de la Reforma Litúrgica del Concilio Vaticano II toda la Basílica de San Pedro se convirtió en un lugar de celebraciones, ‘planteado de este modo una continua búsqueda de soluciones’ para difundir, también a través de los medios, un sonido de mayor calidad. Un esfuerzo constante que en estos últimos años ha comprometido y tiene en primera línea a los ‘expertos de la Radio Vaticana’ – hoy Vatican Media – Deutsche Grammophon y la Rai”.
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