Obispos de Chile: Acogemos con fe y obediencia filial la carta del Papa
Renato Martinez – Ciudad del Vaticano
“Renovamos nuestra esperanza porque vemos en esta intervención del Sucesor de Pedro un camino concreto para que juntos podamos ayudar a sanar y reparar las heridas que aún permanecen abiertas”, lo dicen los Obispos de Chile al concluir la 115ª Asamblea Plenaria, que se realizó en Punta de Tralca, del 9 al 13 de abril de 2018, como un tiempo de reflexión y diálogo sobre el Viaje Apostólico del Papa Francisco a Chile.
Reparar el escándalo, restablecer la comunión y la justicia
En el Mensaje conclusivo, los Pastores chilenos se refieren a la Carta que el Santo Padre les envió el pasado 8 de abril. “En ella – señalan los Obispos – Francisco abre su corazón ante el dolor abrumador de los abusos que le dieron a conocer sus enviados especiales y nos convoca a Roma a dialogar con Él sobre sus conclusiones, para colaborar en el discernimiento de las medidas que a corto, mediano y largo plazo deberán ser adoptadas para restablecer la comunión eclesial en Chile, con el objetivo de reparar, en lo posible, el escándalo y restablecer la justicia”.
Una llaga abierta en el corazón de la Iglesia en Chile
“Acogemos con fe y obediencia filial esta carta – afirman los Obispos – y junto al Papa, sentimos dolor y vergüenza porque, a pesar de las acciones realizadas estos años, no hemos logrado que las heridas de los abusos sanaran en los corazones de muchas víctimas y siguen siendo una ‘llaga’ abierta en el corazón de la Iglesia en Chile”. Al mismo tiempo, los Pastores chilenos renuevan su esperanza porque ven en esta intervención del Sucesor de Pedro un camino concreto para que juntos puedan ayudar a sanar y reparar las heridas que aún permanecen abiertas.
Invitación a asumir con magnanimidad y humildad este desafío
La carta del Papa, agregan los Obispos, la recibimos como una invitación a asumir con magnanimidad y humildad este desafío. Por ello, “para iniciar este camino nos ponemos, como Iglesia – se lee en el Mensaje – en estado de oración, escucha, discernimiento y disponibilidad para renovar la comunión eclesial”. Queremos hacernos cargo de los errores que nos correspondan y corregirlos, afirman los Obispos de Chile, de tal forma que la Iglesia sea, cada vez más, un ambiente sano y seguro para niños, niñas y jóvenes.
Como nos ha dicho Francisco – concluyen los Pastores – “Amemos en la verdad, pidamos la sabiduría del corazón y dejémonos convertir”. Además, pedimos a nuestras comunidades que nos ayuden con su consejo y oración, como lo pide el propio Papa; las víctimas han de ser el primer motivo de nuestra plegaria y reparación. Que la Virgen del Carmen nos ayude en este camino de conversión y de renovación eclesial.
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