Universitarios llaman a desobediencia en universidad de Nicaragua
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
“No podemos recibir clases si uno de nuestros compañeros está preso, expulsado por causa injusta, si nuestros maestros no están para impartírnoslas", informaron los alumnos, en un comunicado.
La población estudiantil de Nicaragua, incluidos estudiantes de la UNAN, están entre las mayores víctimas de la crisis, ya que decenas de ellos han muerto, fueron arrestados o sus matrículas canceladas luego de que participaron en protestas contra el Gobierno, según el Movimiento Estudiantil 19 de abril. La UNAN programó el reinicio de clases este 29 de septiembre, cinco meses después del estallido social de abril, que incluyó la toma del campus al suroeste de Managua por parte de estudiantes durante más de un mes, hasta que fue desalojado por policías y paramilitares, con saldo de dos muertos y varios heridos, en julio pasado.
"No nos sentimos seguros, creemos que no es conveniente asistir a clases con esta crisis que ha dejado centenares de muertos, que tiene muchos estudiantes de la UNAN en las cárceles", agregaron en el comunicado. Los estudiantes que promueven la desobediencia indefinida pertenecen a las facultades de Humanidades y Ciencias Jurídicas, Educación e Idiomas, Ciencias e Ingeniería y Ciencias Médicas.
Denuncian represalias a quienes se niegan a ser paramilitares
El mismo viernes, la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) informó de dos denuncias de jóvenes que fueron arrestados tras negarse a servir como paramilitares. Según las denuncias, al menos 5 jóvenes, tres de ellos adolescentes, fueron arrestados por la Policía luego de que supuestamente rechazaron una oferta económica equivalente a 10 dólares mensuales a cambio de reprimir con armas de fuego las protestas contra el presidente Daniel Ortega, dijo el asesor legal de la CPDH, Pablo Cuevas, a periodistas. Quien añadió que "como consecuencia a su negativa a ser parte de eso, ahora están pagando con cárcel".
Los paramilitares son grupos civiles que actúan junto con la Policía Nacional, normalmente con fusiles de guerra, encapuchados, y se transportan en camionetas. Las madres que denunciaron el caso de los jóvenes, Claudia Arana y Jaqueline Garay, detallaron que estos fueron capturados el 29 de agosto, un día después de que un supuesto miembro de la Juventud Sandinista hizo la oferta económica.
Las madres afirmaron que sus hijos ya habían sido encarcelados el 24 de mayo pasado, cinco días después de haber rechazado la oferta por primera vez, pero fueron liberados pocas horas después. En esta segunda ocasión pasaron varios días sin saber de sus hijos, hasta conocer, hace varias semanas, que se mantienen bajo arresto. Cuevas recordó que la legislación de Nicaragua no admite que una persona esté más de 48 horas en prisión sin ser acusada, menos cuando son menores de edad, ya que estos deben estar bajo un régimen especial. Los jóvenes fueron calificados como "presos políticos" por la CPDH.
Que el pueblo busque lo que nos une no lo que desune
Mons. Rolando Alvarez, obispo de Matagalpa en su homilía dominical, habló de la unidad de los pueblos. Al pueblo evangélico, a quienes, dijo, nos nuestra fe inquebrantable en Cristo Jesús. Cristo es nuestra fuerza, nuestra roca, nuestra eterna Salvación. El es nuestra unidad. "...para que todos sean uno; como tú y oh Padre, en mí, y yo en tí" (Jn. 17, 21 as). En Cristo nuestras miradas se funden, dijo el prelado, Cristo nos atrae, nos convoca, nos reúne. Cristo es nuestra respuesta y nuestra única opción fundamental.
Mons. Alvarez se dirigió a los no creyentes a los agnósticos, a los escépticos, a todos, hombres y mujeres que pensando diferente a cualquier… guardan en su corazón, la buena fe y la buena voluntad, “para decirles que busquemos siempre lo que nos une y no lo que nos separa, nuestras coincidencias y no nuestras diferencias, que si no cuidamos, se pueden convertir en abismos infranqueables. Busquemos caminos donde podamos encontrar las vías del perdón y la reconciliación y alejarnos con todas nuestras fuerzas y energías del odio o la venganza. A ustedes hermanos y hermanas de buena voluntad, les invito a unirse al pueblo evangélico, a los católicos, a los no creyentes, a los agnósticos, y con las voces de aquellos de quienes se habla en el Evangelio, digamos: ...y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad... (cf. Lc. 2,14)”.
Porque dijo el prelado, es la hora de la unidad en una misma causa común: la de construir eficazmente una misma casa común, donde podamos habitar todos en aquella era de paz, de la que nos habla el mensaje profético de Isaías que resulta trascendente, porque predice de manera esperanzadora, que más allá de la oscuridad de los siglos, en una mañana despejada, toda la Gloria Divina cubrirá la tierra. “Y será en ese momento que el hombre convertirá su espada en elementos de arado y, eternamente, nadie más se preparará para la guerra”. Que su lectura nos inspire a abandonar todo tipo de violencia”.
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