Obispos de México piden solidaridad ante la crisis migratoria de Honduras
Ciudad del Vaticano
La Iglesia mexicana muestra su preocupación ante la grave crisis migratoria que afecta a países de centroamérica como es el caso de Honduras.
Escuchar el grito de los que sufren
A través de un comunicado firmado por el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara y Presidente de la CEM; por Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola, Obispo Auxiliar de Monterrey y Secretario General de la CEM; junto con Mon. Guillermo Ortíz Mondragón, Obispo de Cuautitlán y Responsable de la Dimensión de Movilidad Humana; los prelados de México piden que se practique la solidaridad hacia los más pobres y vulnerables de la sociedad, "escuchando sus gritos de dolor", especialmente los de aquellos que viven en primera persona la tragedia humana de la migración forzosa, "como nuestros hermanos de Honduras y otros países de centroamérica que han emprendido una caravana en búsqueda de la supervivencia, un éxodo de liberación".
Proyecto Global de Pastoral en México
"Como Conferencia Episcopal, nos hemos propuesto en el Proyecto Global de Pastoral 2031+2033, a escuchar esos gritos, con los oídos atentos para sentir al que sufre y con ojos bien abiertos, mirar nuestro entorno", se lee en el mensaje, recordando que con fe y con profundo amor, "escuchamos la voz del Señor que se manifiesta a través de estos gritos, y unidos al Papa Francisco, en su mensaje para la Jornada Mundial del Migrante 2018 (14 de enero), encendemos nuestro corazón para acoger y proteger a nuestros hermanos migrantes en busca de refugio".
Recibir con caridad al hermano migrante
Además, la Conferencia Episcopal mexicana subraya que, en este Proyecto Pastoral, "hemos recogido el dolor generado en la migración forzada con su consecuente vulnerabilidad jurídica, que al mismo tiempo pide ser una Iglesia comprometida con la paz y las causas sociales", y por ello establecen un compromiso: “Recibir con caridad, acompañar, defender los derechos e integrar a los hermanos y hermanas migrantes que transiten o deseen permanecer con nosotros”.
Y en este contexto, el comunicado de la CEM valora la gran "atención y acompañamiento pastoral instrumentados por la Dimensión de la Movilidad Humana en los 133 albergues y centros de atención gestionados por la Iglesia católica, así como el marco legal que protege y rige este momento de la historia de nuestro Continente y País".
Caridad en la ruta de desplazamiento
"Exhortamos a nuestros hermanos obispos, a mantenernos en diálogo con las Autoridades Civiles, a quienes instamos, en sus distintas funciones y niveles, a atender lo que el mismo marco legal de nuestro país prescribe, acordes a los pactos internacionales suscritos por nuestra nación", se lee en el escrito que agradece la labor que realiza la Iglesia de Tapachula, San Cristóbal de Las Casas, así como otras parroquias, comunidades religiosas, organismos gubernamentales y la sociedad civil, que han puesto en marcha acciones caritativas "para favorecer humana y cristianamente a nuestros hermanos en la ruta de su desplazamiento".
"Cumplamos el deseo de Dios que promete que los pobres comerán hasta saciarse (Sal 22,27) y transformemos el grito de dolor en un grito de esperanza, sabiendo que Dios no abandona a los que confían en él. (Rom 8,31-39). Que Santa María de Guadalupe, Madre de nuestra Patria y Emperatriz de América, suscite el amor de su Hijo en nuestros corazones para aprender a obedecer en esta escucha del grito de los desplazados", concluye el comunicado.
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