JMJ Panamá, Mons. Ojea: clima extraordinario de diálogo y encuentro
María Cecilia Mutual – Ciudad del Vaticano
Finalizada la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Panamá, del 23 al 28 de enero pasado, el Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y Obispo de San Isidro, Mons. Oscar Ojea, compartió a través de un video mensaje sus vivencias en esta Jornada Mundial, en la que participó junto a otros tres obispos argentinos: Monseñor Oscar Miñarro, Obispo auxiliar de Merlo Moreno, Monseñor Damián Nannini, Obispo de San Miguel y Monseñor Mario Cargnello, Arzobispo de Salta.
En su mensaje, el Obispo de San Isidro expresa en primer lugar, su alegría por haber participado y descubrir una vez más la “fuerza” del mensaje del Papa Francisco, no sólo a los jóvenes sino a toda la Iglesia. Además, el presidente de la CEA comenta en el video mensaje algunas anécdotas del viaje del Papa Francisco, que se desarrolló en “un clima extraordinario", con la ciudad toda en fiesta.
Construir puentes y no muros
Mons. Ojea recuerda el primer encuentro del Papa Francisco con los jóvenes en la Ceremonia de acogida y apertura de la JMJ en el Campo Santa María La Antigua en la Cinta Costera, y el mensaje que les dio el Santo Padre en esa ocasión: construir puentes y no muros, respetar las diferencias, y para ello el Pontífice cita una frase de Benedicto XVI:
El Papa – recuerda Mons. Ojea – “invita a los jóvenes una vez más a la cultura del encuentro, al respeto y la construcción de un mundo diferente, un mundo que sepa dialogar, que se sepa encontrar”.
Destacando la calidez de los panameños, la apertura, la recepción, el estar concentrados en servir, en atender, en señalar, en ofrecer a todos los huéspedes una ciudad hermosa para vivir el encuentro, el Obispo argentino se detiene también en otros dos momentos de la JMJ de Panamá: el Vía Crucis y la tradicional Vigilia con los jóvenes.
La sociedad indiferente
“El Papa hace una oración al final del Vía Crucis con los jóvenes – precisa Mons. Ojea - donde como en una suerte de examen de conciencia señala la insensibilidad de la sociedad en la que vivimos: una sociedad que no sabe llorar suficientemente, una sociedad que no sabe conmoverse, “una sociedad indiferente”, un mundo que consuma y se consuma. Y todo esto pidiéndole al Padre que toque el corazón de los jóvenes para hacerlos sensibles y abiertos al hermano que sufre, para que puedan superar la apatía, la indiferencia, la frialdad de corazón, para poder abrirse al hermano.
Unidos por el sueño de Dios
En el video mensaje, el Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina recuerda también la Vigilia con los jóvenes del Pontífice en el Campo San Juan Pablo II, en la que Francisco escuchó el testimonio de algunos de ellos:
“El Papa habla de lo que significa para un joven no tener trabajo, comunidad, familia, raíces. Nos invita a construir un mundo que tenga raíces, en el que los vínculos se renueven” – afirma Mons. Ojea. Francisco dijo:
El Obispo de San Isidro recuerda también en el video mensaje las palabras del Papa en la misa conclusiva de la JMJ panameña: “El Papa les dice que estamos unidos por un gran sueño – dice Mons. Ojea, que es el ‘sueño de Dios’, ese sueño nos une y ese sueño es Jesús, ese sueño es una persona, es el sueño que el Padre ha sembrado en nuestro corazón. “Y ese sueño – agrega Mons. Ojea - tenemos que desenvolverlo, traducirlo y hacerlo concreto, como la Virgen”.
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