Obispos de Cerdeña: preocupados por el mundo de los pastores
Ciudad del Vaticano
Somos muy conscientes de que se trata de un problema que a lo largo de los años ha ido adquiriendo contornos cada vez más insostenibles para un sector fundamental y estratégico de nuestra economía y, aún antes, para la dignidad y la supervivencia de los pastores y sus familias. Lloramos en nuestros corazones al ver nuestros caminos invadidos por ese río blanco, que debería ser, en cambio, un vehículo de bienestar y serenidad para quienes lo producen. Es cierto que la tolerancia ha llegado al límite y que la sensación de injusticia sufrida no puede tolerar una mayor indiferencia por parte de quienes deben garantizar el reconocimiento adecuado de un trabajo tan duro y a menudo ingrato, pero sigue siendo un bien de Dios que no debe desperdiciarse.
Deseamos llevar nuestro cariño y nuestro fuerte apoyo a todos los criadores de nuestra isla a las razones que llevaron a una protesta tan extrema. Juntos queremos asegurarnos de que en este delicado momento de gran sufrimiento no nos infiltremos en una cultura de violencia que no pertenece a nuestra tradición más genuina donde la protesta puede ser fuerte pero civilizada. También apreciamos el gesto de quienes han transformado el gesto de protesta en actos de solidaridad con las clases más pobres de nuestras comunidades. Un signo de extraordinaria sensibilidad y nobleza de espíritu que siempre ha caracterizado a nuestro pueblo.
Queremos hacer un llamamiento a los industriales del sector y a los diferentes niveles de responsabilidad administrativa y política para que, cada uno por su parte, favorezcan la reanudación de una consulta responsable, inspirada en la equidad y la justicia, que vaya más allá de cualquier visión miope o partidista y reconozca la justa dignidad del trabajo en el agropastoreo.
Cagliari, 11 de febrero de 2019
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