Obispos de Cuba piden voto libre y responsable sobre la nueva Constitución

Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano

«Cada ciudadano, con su voto responsable y de acuerdo con su conciencia, contribuye a la construcción de una sociedad en la que todos los cubanos se sientan respetados en sus derechos y, al mismo tiempo, construyan una vida digna y próspera con la participación de todos, sin exclusiones».

Esta es la exhortación que los obispos cubanos lanzan con motivo del referéndum popular que se llevará a cabo el día 24 de febrero, en el que se someterá a votación la nueva Constitución de la República aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular del país caribeño.

Los doce prelados activos en la isla destacan que su mensaje tiene por objetivo “esclarecer la conciencia y ayudar el ejercicio libre y responsable del derecho que tiene cada cubano a ejercer su voto”.

Falta de pluralismo en la nueva Constitución

Por ello, los obispos introducen su escrito citando las palabras del Papa Francisco que abogan por la participación de todos en la construcción de la casa común mientras advierten sobre la falta de pluralismo y la "ideología única" que emana de esta nueva Constitución del país, al consagrar que "sólo en el socialismo y en el comunismo el ser humano alcanza su dignidad plena", dejando de lado otras formas de realización personal.

"Lo absoluto de tal afirmación excluye el ejercicio efectivo del derecho a la pluralidad de pensamiento acerca del hombre y del ordenamiento de la sociedad", añaden los prelados recurriendo a una frase del héroe nacional José Martí: "Una Constitución no puede construirse con elementos ideológicos".

El cristiano debe seguir su conciencia iluminada por la fe

Asimismo, indican que del texto constitucional se excluyen "otras visiones sobre el hombre, la sociedad y el universo que no asumen la ideología marxista-leninista que, históricamente, también en nuestra Patria, ha inspirado y sostenido el ideario comunista".

En su Preámbulo el proyecto asegura que Cuba "no volverá jamás al capitalismo como régimen sustentado en la explotación del hombre por el hombre, y que solo en el socialismo y en el comunismo el ser humano alcanza su dignidad plena".

Frente a esta afirmación, los obispos recuerdan que "el cristiano no puede ser obligado a someterse a una concepción de la realidad que no corresponda a su conciencia humana iluminada por la fe".