Obispos de México piden a Trump «construir puentes y no muros»
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
Los obispos mexicanos apoyan y hacen propia la declaración emitida el pasado 15 de febrero por el episcopado de Estados Unidos, que se muestra contraria a la decisión del presidente Donald Trump de proseguir con la construcción del muro con México.
Construyendo puentes, no muros
El comunicado de la Conferencia Episcopal Mexicana (Cem), publicado al final de la reunión nacional de Casas de Migrantes celebrada en Ciudad de México los días 15 y 16 de febrero, recoge las expresiones de los obispos americanos y va dirigido a "todo el pueblo que peregrina en México y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad".
“Estamos profundamente preocupados por las acciones del Presidente para financiar la construcción de un muro a lo largo de la frontera de Estados Unidos y México, acciones que se contraponen a la clara intención del Congreso Estadounidense de limitar su financiamiento. Nos oponemos al uso de estos fondos para promover la construcción de esta barrera. Un muro, que ante todo, es un símbolo de división y aversión entre dos países amigos. Nos mantenemos firmes y decididos en la visión articulada por el Papa Francisco de que en este momento necesitamos construir puentes y no muros", expresan los prelados.
Los firmantes de la nota
La nota está firmada por el Presidente, Monseñor Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, por el Secretario General, Monseñor Alfredo Gerardo Miranda Guardiola, Obispo Auxiliar de Monterrey, y por el referente del Cem para la Movilidad Humana, Monseñor José Guadalupe Torres Campos, Obispo de Ciudad Juárez.
Barreras que que afectan a miles de personas
Por su parte, el presidente Trump continúa impulsando la construcción de dicho muro: una decisión que perjudica a miles de migrantes que no tienen más alternativas de supervivencia que abandonar sus respectivos hogares y huir al país vecino, Estados Unidos; en busca de un futuro mejor.
Actualmente las vallas se despliegan a lo largo de 900 kilómetros entre los dos países, casi un tercio de la longitud total (California, Arizona y Nuevo México). El Estado que menos delimitaciones presenta es Texas.
En este contexto, la situación es cada vez más preocupante: según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos el número de detenidos ha seguido una evolución descendente en los últimos 10 años, de 1.071.972 a 30.286.
El repunte en 2016 ha elevado la cifra de inmigrantes hasta los 408.870. A este aumento ha contribuido un mayor número de detenciones en todos los sectores en que está dividida la frontera, sobre todo en Río Grande (Texas) y Tucson (Arizona).
Un panorama que empeorará aún más si se prosigue; como pretende el presidente, con las obras de construcción de este muro ya que la caravana de migrantes que marcha hacia los Estados Unidos sigue avanzando y cada día miles de personas intentan entrar a los EEUU, incluso arriesgando la propia vida.
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