Plenaria Cea, Mons Ojea: comprometidos a erradicar abusos en la Iglesia
María Cecilia Mutual – Ciudad del Vaticano
Comenzó este lunes 11 de marzo en la Casa de Ejercicios “El Cenáculo” de Pilar, la 117ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, que se extenderá hasta el jueves 14.
Los obispos del país comenzaron las sesiones el lunes por la tarde y a las 19.00 horas tuvo lugar la Santa Misa de apertura presidida por el presidente de la CEA y Obispo de San Isidro, Mons. Oscar Ojea.
“La Cuaresma nos vuelve a plantear el itinerario que nos lleva hacia la Pascua”, comenzó diciendo el presidente de los obispos argentinos en su homilía.
Remitiéndose al texto de Mateo 25, como “corazón del Evangelio”, el prelado afirma que es en el amor a los hermanos que “se define la autenticidad de nuestro Amor a Dios”. Y esto – asegura – se ve en lo que “hicimos o no hicimos por el más pequeño o por la más pequeña, a Él se lo hicimos o se lo dejamos de hacer”.
Comprometidos a erradicar abusos dentro de la Iglesia
“La santidad de la que habla el Libro del Levítico se concreta y se vuelve visible en el amor a los hermanos, especialmente a los más vulnerables: hambrientos, tristes, enfermos, presos… los hermanos y hermanas de las periferias existenciales a quienes estamos llamados a cuidar especialmente, prosigue Mons. Ojea, llamando la atención sobre los muchos “pequeños y pequeñas que debieron ser cuidados y protegidos”, pero que “fueron cruelmente maltratados en situaciones de abuso dentro de la Iglesia, que hoy estamos comprometidos a erradicar”.
La Iglesia en camino de purificación
Constatando que la Iglesia se encuentra en “un momento de purificación”, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina afirma que “el Encuentro sobre la Protección de los Menores en la Iglesia nos puso delante del pecado y del drama de los abusos. Abusos sexuales que son también abusos de conciencia y que siempre parten de un abuso de poder”.
Llamados a ir más allá
“Hemos sido llamados vivamente por el Santo Padre y por toda la Iglesia a dar un corte radical a estas situaciones - agrega mons. Ojea - a no encubrir ni de lejos una denuncia que amerite una investigación para proteger a los menores y a los adultos vulnerables”. Y esto – asegura - “es importante, esencial y urgente, pero no basta. Estamos llamados a ir más allá”.
Renovar estilos de vida y estructuras de formación
Ir más allá significa ir a la raíz del problema y, de hecho, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina afirma: “Debemos renovar de raíz estilos de vida y estructuras de formación que han hecho posible que germinara en algunos clérigos un sentimiento de superioridad y de dominio con respecto al pueblo fiel”. Y llama a “estar sumamente atentos” para que no vuelvan a crearse estas situaciones, “favorecidas claramente por un ‘clericalismo’ que ama las situaciones de privilegio y por la falta de una autentica austeridad de vida y de transparencia”.
No a dominio y autoridad, sí a acompañamiento
El prelado continúa en su homilía explicando que “dominar y hacer sentir la autoridad por sí mismas son situaciones abusivas”. Y precisa:
No victimismos sino búsqueda de la voluntad de Dios
Mons. Ojea recuerda que estas situaciones de abusos de poder unidos a los abusos sexuales “han desatado la rabia de los fieles” y ésta, unida a una “actitud crítica a la Iglesia”, “busca inhabilitar a la Iglesia para “cumplir su función de predicar el Evangelio” respondiendo de esta manera a “su identidad y a su misión”.
Pero ante esta situación “no tenemos que victimizarnos ni sentirnos objetos de injusticias” – precisa el presidente de la Cea – sino que es necesario “buscar la voluntad de Dios que se esconde detrás de este momento de mucha confusión” aprovechando del tiempo cuaresmal.
No paralizarnos: discernir y hacer examen de consciencia
Ante esta situación Mons. Ojea habla de la necesidad de “discernir cada situación concreta y alejarnos de las discusiones y confrontaciones”, e invita a no dejarse llevar “por conductas meramente emocionales” que pueden conducir a “extremos” y tratar de “salir de un estado de perplejidad que nos paraliza”. Necesario es “hacer un profundo examen de conciencia y reconocer nuestros pecados” – puntualiza el prelado - , viviendo “la virtud de la humildad que asegura la paz interior e ilumina el camino para tomar decisiones concretas a través de conductas claras que certifiquen que estamos en el rumbo del Evangelio”.
Visita ad Limina: peregrinación para una renovación
El presidente de la Cea recuerda asimismo la Visita ad Limina que tendrán los obispos argentinos en el próximo mes de mayo, asegurando que “será una oportunidad de renovar nuestra fidelidad al Señor y a su Iglesia en la persona del sucesor de Pedro”. “Viviremos este viaje como una verdadera peregrinación a las fuentes de una renovación personal, pastoral y eclesial” – agrega.
Ya en la conclusión, Mons. Ojea dirige su oración “a los futuros Beatos Mártires de la Rioja” para que los ayude a transformar este momento tan difícil para la Iglesia en una auténtica oportunidad de conversión”.
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