El Papa ha pedido a Mons. Báez que lo ayude en Roma por un tiempo
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
Una conferencia de prensa, solicitada por el Papa, que ha pedido a los obispos que le expliquen al pueblo esta decisión. El cardenal les dijo a los presentes, que en esta oportunidad, han compartido la verdad, dicho todo con sinceridad y confianza, “queremos, dijo, que se informase con veracidad lo que hemos dicho".
Mons. Báez se apoyó del texto de la Biblia, de los Hechos de los Apóstoles, sobre las palabras que pronunció San Pablo a los presbíteros de Éfeso. De allí explicó en tres puntos la situación: en primer lugar, dijo, no he pedido salir de Nicaragua. “Quiero dejar claro que mi corazón ha estado siempre aquí en mi tierra en mi patria y en medio de mi pueblo y mi corazón de pastor seguirá aquí en Nicaragua. Yo no he pedido salir, he sido llamado por el Santo Padre, fui a Roma y me recibió de una manera muy afectuosa, muy fraterna, con un gran interés por mi ministerio y por mi vida, y también por la situación de Nicaragua. Me escuchó con muchísima atención. Les manifiesto a ustedes con toda sinceridad, lo mismo que le dije al Santo Padre: En este momento experimento un gran dolor en mi corazón, un gran dolor de no poder estar físicamente en medio de mi amado pueblo nicaragüense, especialmente del Pueblo Santo fiel de Dios, para anunciarle con mi voz el Evangelio y para ofrecerle a través de la cercanía pastoral una palabra de consuelo y de profecía. Así como Pablo se echó a llorar con los presbíteros de Éfeso, también yo he llorado”.
“Esta decisión del Papa la acepto y asumo con plena obediencia amorosa”
Esta Decisión del Papa, que el prelado acepta y asume con plena obediencia amorosa, ha hecho llorar a su corazón recordando el cariño, la confianza, la cercanía del pueblo nicaragüense, el apoyo, las oraciones de “nuestra gente, de los campesinos, las madres de las víctimas de la represión, los jóvenes perseguidos y sufridos y a quienes están en las cárceles. Tengo una paz profunda que es una gracia especial del Señor, una gracia que da el Señor, a quien durante diez años ha hecho solo lo que tenía que hacer. … No he hecho otra cosa que servir a Jesús y al Evangelio”.
El prelado recordó una anécdota de ese encuentro: le refirió al Papa que muchas veces le pidió a Jesús que le ayudara a poder hacer algo por el santo Padre, viendo tantos problemas que afronta el Pontífice, con colaboradores que le fallan, El Papa sonriendo le dijo, pues el Señor te cogió la palabra porque ahora me vas a tener que ayudar. Nos dimos un abrazo sonriendo, ésta es la obediencia de la Iglesia”.
Mons. Báez: El Papa confirmó mi ministerio
El Pontífice fue su mayor inspiración, Francisco configuró y confirmó las opciones pastorales de Silvio Báez, y su estilo como Obispo. Después de mencionar a los Carmelitas descalzos, orden a la que pertenece, y a Santa teresa de Jesús, como ejemplos de obediencia, el prelado dijo que le presentó al Pontífice una edición que se ha preparado en el aniversario de su ministerio episcopal, un álbum de 60 fotos, que Francisco vio una a una, y disfrutó de cada uno de los momentos que representaban el ministerio de Mons. Báez, mientras hacía comentarios, diciendo que esto es lo que espera de sus obispos, de esto se trata dijo el Papa, hay una fotografía de una señora que le llevó una gallina, ante esta foto, el Santo Padre dijo, mira que bonito nuestra gente, ¡esta señora que te llevó esta gallina! “Para mí dijo Mons. Báez, el haber compartido conmigo cada una de esas 60 fotografías, fue una confirmación de mi actividad pastoral como obispo en estos diez años, y de mi estilo de pastor que el Señor me ha inspirado llevar adelante. El Papa no me hizo ni una sola observación, ni un sólo reproche, ni una sola corrección, dijo esto es lo que quiero y espero de los obispos, para mí fue la confirmación de pedro a su hermano”.
Mons. Báez: sobre la situación en Nicaragua he dado mi crítica constructiva
El prelado le dijo al Papa su opinión, su crítica constructiva sobre la situación que vive el país desde hace un año, le hablé dijo, de los intentos que se hace para buscar algún tipo de solución, el prelado le habló de los aportes que ha hecho sobre el diálogo y las negociaciones y le recordó que este es “un pueblo crucificado, un país secuestrado, que aquí hay poderes fácticos dominado por la mentira, la injusticia, la represión y la ambición, que lastimosamente adoran al dios dinero y al dios riqueza y por él sacrifican a seres humanos. Esta es la realidad de Nicaragua, en este país no hay un enfrentamiento entre dos grupos, lo que hay es un grupo idolátrico que sacrifica a seres humanos”.
Por último, Mons. Báez dijo que sueña con una Iglesia menos diplomática y temerosa y más profética y valiente, una Iglesia que no le haga más complicada la vida a la gente, con una Iglesia misericordiosa, samaritana, que vea el dolor que se baje y cure heridas, del corazón, del cuerpo y de relaciones. Heridas del cuerpo como las que han curado varios pastores durante este año de represión, ha dicho el prelado. ser voz de los que no tienen voz, ser pescadores de hombres, rescatarlos. Pastores con olor a oveja y olor a evangelio. Pidió disculpas por no haber tenido en algún momento generosidad, y se va con la conciencia tranquila de que ha cumplido la misión que se le ha encomendado. Y con lágrimas en los ojos, agradece al Señor de haberle permitido la gracia de haber sido pastor en medio de este pueblo tan bueno como el de Nicaragua.
Preguntas de los periodistas
Ante las preguntas de los periodistas sobre esta decisión del Pontífice, Mons. Báez insistió que la frase que le dijo el Santo Padre continuamente fue “me interesa tenerte conmigo acá, en este momento te necesito”.
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