Mons. Zordán: traemos lo vivido y caminado en diócesis argentinas
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
Mons. Héctor Luis Zordán fue ordenado obispo el pasado 28 de mayo de 2017. Miembro de los Misioneros de los Sagrados Corazones. Fue ordenado sacerdote en 1984 y dentro de su congregación ha asumido diversas responsabilidades en la formación de los jóvenes y como superior regional.
Mons. Zordán expresó que los Obispos argentinos vienen a Roma con “lo vivido y caminado en nuestras diócesis”. Esta afirmación se traduce en varias preocupaciones y desafíos:
La realidad que vive Argentina
Argentina atraviesa una “crisis económica con dimensione sociales y políticas muy fuertes”. Esto significa: “desempleo, inflación altísima y una gran desilusión de la gente por el gobierno. La gente se esperaba otra cosa.”
Desafíos para la Iglesia en Argentina
Temas importantes de la realidad argentina son la defensa de la vida, la despenalización del aborto, la educación sexual en las escuelas, la secularización, el tipo de respuesta pastoral que debe dar la Iglesia frente a la crisis. El Obispo de Gualeguaychú considera importante que las diócesis realicen una evangelización más incisiva, insistir en el primer anuncio, en una nueva evangelización que no dé por supuesto lo que se ha hecho hasta ahora. Considera, por experiencia, que la cercanía a la vida de la gente sencilla es importante en la labor pastoral.
La formación de los nuevos sacerdotes es otro desafío. “A los seminarios llegan chicos que traen la particularidad de nuestro tiempo: dispersión en la vida de cada uno.” La formación tiene que ayudarles a integrar todos los elementos que conforman la vida de cada uno.
La presencia de los religiosos y religiosas en su diócesis es importante, pues añade a la vida eclesial espíritu, alegría, entrega y entusiasmo. Lamentó la disminución de esta presencia en su diócesis, particularmente causada por el envejecimiento de religiosos y religiosas.
Visita a los Dicasterios vaticanos
Los obispos argentinos ya han comenzado su visita a diferentes dicasterios, donde han expuesto sus preocupaciones, así como el diálogo les ha permitido encontrar sugerencias para su trabajo pastoral.
Finalizó la entrevista expresando en tono sencillo y cordial: “Estoy contento con los sacerdotes y laicos de mi diócesis. Son entusiastas, alegres. Sabemos que esto es insuficiente, porque la acción pastoral podría ser más incisiva y dedicada. Quiero compartir esto con el Santo Padre”.
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