Papa a obispos argentinos: presten cuidado y atención a la formación de seminaristas
María Cecilia Mutual - Ciudad del Vaticano
“Una entrevista maravillosa” de más de dos horas durante la cual “el Santo Padre se explayó sobre una cantidad de cuestiones que nosotros le fuimos presentando, cuestiones de tipo pastoral”: así define Mons. Oscar Vicente Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y obispo de la diócesis de San Isidro, el encuentro que tuvieron esta mañana con el Pontífice el segundo grupo de obispos argentinos en visita Ad Limina apostolorum.
Presentes esta mañana en la audiencia con el Papa en el Vaticano, 29 obispos de la provincia de Buenos Aires, a los que seguirá un tercer y último grupo, el más numeroso, de obispos de la Patagonia, del Norte y Noroeste argentino, que encontrarán al Santo Padre el próximo 16 de mayo.
“Quedamos muy contentos con el encuentro” afirma ante nuestros micrófonos el presidente de los obispos argentinos, Mons. Ojea, explicando lo que ha significado para ellos el hecho de ver al Papa como ‘cuerpo’ después de 10 años que no venían en visita Ad limina. Y habla con emoción de lo que significa y de lo que significó para la Iglesia argentina que el Papa elegido hace seis años fuera “uno de nuestras propias raíces, que ha compartido nuestra historia, nuestra cultura, que habla una misma lengua, incluso con sus modismos, sus características propias, sus matices” y que “esté gobernando la Iglesia y con el desafío de la conversión pastoral y misionera que él ha propuesto. “Esto para la Iglesia argentina – asegura – ha sido una experiencia única”: “no solamente el cambio ha sido para él, para nosotros Iglesia argentina, el tener un Papa Argentino nos llena de desafíos importantísimos”.
Vinimos con nuestra gente
“En primer lugar, le hemos traído, de un modo muy sencillo, la gente que tenemos en el corazón: no hay comunidad, persona, que hayamos visto últimamente que no nos haya dado un mensaje para el Papa: de conforto, de fortaleza, de cercanía, de oraciones, saludos y esto estuvo presente. Nosotros vinimos con nuestra gente, con nuestras comunidades, estaban muy presentes”, afirma en diálogo con Vatican News el Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina.
La atención del Pontífice a los sacerdotes
Refiriéndose a los sacerdotes, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina evidencia que el Papa “los ha tenido muy en cuenta” porque ha canonizado al “Santo Cura Brochero como un 'modelo de pastor' de una región del país dificilísima y, sobre todo, en sus tiempos, en la vida pastoral, lo que significa él como modelo de pastor arrojado, valiente, comprometido totalmente hasta la entrega de su vida, en Brochero”. Habla también de “agradecimiento” por “toda la dedicación que tiene el Santo Padre para hablarles a los sacerdotes” el también Obispo de San Isidro y recuerda: “Cuántas veces el Papa en sus homilías, en sus cartas, en sus viajes habla a los sacerdotes, de lo que tenemos que afrontar, cómo tenemos que vivir la vida sacerdotal. Y nos ha propuesto a los argentinos este modelo”.
El camino indicado por el Papa: la conversión pastoral
“Hemos venido diciéndole al Papa: ‘Tú nos has convocado a una conversión pastoral, a una conversión misionera, nos has puesto con un interés particular en la renovación de las estructuras de nuestras iglesias para hacerlas más misioneras’ y a nosotros nos falta mucho que caminar en ese sentido”, afirma Mons. Ojea, al tiempo que refiere que se habló “bastante de los pasos históricos, de cómo de a poquito las transformaciones se van dando, no en los tiempos que nosotros queremos o que nosotros deseamos sino en los tiempos de Dios”.
“Él lo llamó paso de ballet”, relata el Presidente de la CEA: “Hay situaciones históricas y cambios que avanzan a ‘paso de ballet’ y no en los tiempos que nosotros deseamos”. “De manera que por un lado, hablamos de nuestra deuda con respecto a la conversión misionera a la cual nos llama Evangelii Gaudium, y por otro lado nos detuvimos frente a Laudato sí”. “Laudato sí es una herramienta que a nosotros los obispos nos permite entrar en contacto con gente que no participa de la Iglesia, pero que coincide en el pensamiento de cuidar la casa común, de cuidar la biodiversidad, de relacionar el cambio climático con el bienestar de los pobres, de preocuparnos por el tema del agua. Y en todo este terreno, le dijimos al Papa que nos sentimos en deuda porque acá hay un enorme campo para poder trabajar y para poder crecer. Estas fueron las dos cosas centrales”.
Obispos cercanos y atentos en la formación de los sacerdotes
Con respecto a las recomendaciones que les hizo el Santo Padre, el Presidente de la CEA afirma:
“El Santo Padre se refirió al 'cuidado' que los obispos tenemos que tener con nuestros seminarios, la formación en nuestros seminarios, el ordenamiento de los seminarios. Se mostró partidario de que los muchachos pudieran estudiar y participar en medios donde hubiera mayor cantidad de gente. Al mismo tiempo, el cuidar mucho la 'alegría' de aquel que se va a ordenar sacerdote, ponerlo como un 'criterio' antes de la ordenación. 'Si no estás feliz de anunciar el Evangelio, mejor esperá y quedate'. Por otra parte nos recomendó mucho el cuidado con la 'rigidez' de los candidatos, porque la rigidez genera después a lo largo de la historia otra clase de problemas. Aquí aparece un conjunto de recomendaciones que tiene que ver con el lugar del obispo en la formación de los futuros sacerdotes”.
Las cuatro cercanías
“El Papa también nos pidió que estuviéramos 'cerca' de los sacerdotes” – prosigue mons. Ojea y explica: “porque si el obispo no está cerca de ellos, ellos dejan de estar cercanos entre ellos y sobre todo, cercanos al pueblo y, en definitiva, tampoco se da la cercanía con Dios. El Papa se explayó en estas ‘cuatro cercanías’ necesarias para el sacerdote y para su formación: estar en comunión con Dios, para lo cual tiene que estar en comunión con su obispo, con sus hermanos presbíteros y con su pueblo".
Al lado de los pobres de manera ‘concreta”
Hablando de los pobres, eje del pontificado de Francisco, y la situación de su país, Mons. Ojea afirma:
“El Papa nos ha dicho que siempre estuviéramos del lado de los más pobres y que luchemos por sus derechos y estemos a su lado de un modo 'concreto', ya que por allí pasa el Evangelio. En Evangelii Gaudium ha puesto a los pobres como 'maestros', como aquellos de los cuales tenemos que aprender, por lo tanto no nos podemos separar de quienes enseñan”.
Obispos garantes de la normalidad
El presidente de los obispos argentinos destaca también una frase del Papa que le impresionó: “Cuando se refirió a la formación de los seminaristas, me pareció tan claro: que sean 'normales', muchachos y chicas normales y que nosotros podamos estar como garantes de esa normalidad. Esto me pareció importante”.
Sin oración nada tiene sentido
El Papa – concluye Mons. Ojea – “insistió mucho en que el primer deber del obispo es la oración. Y me llamó la atención el modo en cómo se detuvo en este punto. 'Sin ella - la oración - nada tiene sentido'. Incluso nos llamó a dejar cosas para cuidar los momentos de oración, la intimidad con Dios, para encontrar el eje auténtico para movernos con verdad”.
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