La Iglesia de Nicaragua se pronuncia sobre ley de Amnistía
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
El purpurado recordó las palabras del Papa en su homilía del domingo de Pentecostés, cuando dijo “que muchas acciones las hacemos apresuradas y no dan todo su efecto, hubiera sido positivo que se le hubiera dado más tiempo y con calma a una ley tan trascendente como una amnistía”.
El cardenal sin embargo, celebró el anuncio de las excarcelaciones. "Que salgan todos los prisioneros es una alegría para las familias", dijo, pues están esperando que regresen. “Vamos a ver cómo se implementa esta ley, ojalá que no afecte, y todos los que han sido privados de libertad puedan vivir libremente en su país”, manifestó.
Sobre la implementación de esta ley
El cardenal Leopoldo José Brenes, dijo que hay muchas amnistías que se han hecho en el país, y “aquí tendríamos que evaluar qué frutos han dado”. Sobre esta nueva ley dijo que la implementación dará a cada uno la razón, sea los que dicen que es positiva o negativa. Una vez más, dijo, tomo el texto de San Mateo que dice: “Por sus frutos nos conoceréis”.
Brenes: “La Iglesia no es oportunista”
Además, el purpurado dijo que “la Iglesia no es oportunista", en respuesta al último discurso del presidente Daniel Ortega en las honras fúnebres del militante sandinista Bismark Martínez, que se refiere a la Iglesia.
El purpurado al respecto dijo que “siempre que un nicaragüense ha perdido la vida, lo hemos dicho todos los obispos, y en esto no clasificamos si es de “x” o “y”, todo nicaragüense que pierde la vida, es un dolor y allí van policías, militares y también civiles. Siempre nos hemos proclamado como no un nicaragüense más que pierda la vida”.
Mons. Álvarez sobre la ley de Amnistía
“Ley de Amnistía debió tener consenso con todos los sectores del país, este era un momento bien importante, en el que pudo haber concertado un proceso de auténtica justicia, no repetición, reparación". El Obispo de la Diócesis de Matagalpa, Monseñor Álvarez aseguró en declaraciones que el país vive “un momento crucial” en el que todos “podemos definir los fundamentos de una nueva nación y donde podamos reconstruir la historia de Nicaragua”, dejando de ser indiferentes.
Durante la misa, el obispo reiteró que “si la falta de esperanza sepulta a un pueblo, el odio lo autodestruye, el miedo lo paraliza. No podemos ceder a la desesperanza, al odio ni al miedo. ¡No podemos!”. El miedo, según monseñor Álvarez, conlleva al riesgo de que la persona se automargine y deje que otros actúen y gestionen por ella, por lo que fácilmente puede volverse indiferente y “todavía más grave, se vuelve irresponsable, porque no quiere responder de sus actos, no quiere responder del caminar de la historia, del caminar histórico, del caminar de la sociedad. Sin embargo, apuntó el obispo, “no podemos permitir que sean solamente algunos los que construyan la historia”.
El prelado también consideró que, entre los nicaragüenses, es “difícil” que exista un corazón que no esté lastimado por la situación que atraviesa el país; pero lamentó que hay corazones “en los que ya se incubó el odio”, por lo que exhortó a los asistentes a que “tenemos que pedirle…. con urgencia, al Divino Espíritu, que ilumine nuestras mentes y nuestros corazones para encontrar caminos que nos ayuden a superar juntos esas consecuencias malignas del odio”.
El obispo explicó además que en el país “estamos en un momento crucial donde podemos definir los fundamentos de una nueva nación y donde podamos reconstruir la historia de Nicaragua”. “A estas alturas de la situación en Nicaragua, es urgente que los nicaragüenses no seamos indiferentes a la realidad que vivimos. No ser indiferentes es responsabilizarse, ser gestor de esta historia actual y haciéndolo de forma constructiva, propositiva. Yo veo que hay gente que se dedica a plantear cuestiones que destruyen, escucho discursos que incitan a la destrucción y eso no nos lleva más que al abismo”, señaló monseñor Álvarez.
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