Arzobispo San Salvador condena privatización agua y pide reforma pensiones
Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
La Iglesia de El Salvador concluyó las celebraciones en honor al Divino Salvador del Mundo con una misa en el atrio de la Catedral Metropolitana de San Salvador, donde se reunieron varios miles de fieles y diversas autoridades gubernamentales.
La misa fue presidida por el Arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas, en presencia del Cardenal Gregorio Rosa Chávez, el Nuncio Apostólico Monseñor Santo Gangemi y los sacerdotes del clero de la capital salvadoreña.
El Arzobispo comenzó la homilía invitando a estar a la escucha de Jesús y a trabajar por la propia transfiguración y la de la sociedad.
Valores del Reino
“La escucha a Jesús permite cultivar los valores del Reino de Dios: verdad, justicia, caridad y paz”. Seguidamente añadió: “El mundo prefiere comportamiento contrarios a los valores del Reino de Dios y la persona es víctima de esos comportamientos”.
En este contexto, recordó el aniversario del lanzamiento de la bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima y afirmó: “El mal no solo pertenece al pasado y a la historia. Lo encontramos ahora y en el país. Está en la violencia fratricida y en la pobreza que lleva a la migración forzada, a que nuestros hermanos migren”. Insistió en los peligros que trae consigo el acto de migrar: atenta contra los derechos de las personas e incluso pone las vidas en peligro de muerte.
Mons. Escobar subrayó con fuerza: “Esto no es la voluntad de Dios. Esa es la idolatría del dinero que tantas veces condenó Mons. Romero”.
El derecho al agua y a una jubilación justa
Durante la homilía, Mons. Escobar rechazó enérgicamente los intentos de privatización del agua. Una vez más la Iglesia Católica reiteró su petición al Congreso de legislar sobre el agua como un derecho humano, por lo tanto, no sujeto a privatización. El arzobispo de San Salvador también se pronunció en contra del actual sistema de pensiones, que calificó de "injusto" porque condena a los trabajadores a la miseria. "Un sistema perverso -dijo- que favorece a terceros al privar a los contribuyentes de sus fondos. En ese contexto, dijo que el sistema tributario también es "extremadamente injusto" porque "los que tienen menos están obligados a pagar más".
"Que Cristo nos transfigure a todos"
"Nuestro país debe ser transfigurado en verdad y justicia a través de la transfiguración que Cristo nos trae", dijo Mons. Escobar Alas. Hoy es más necesario que nunca -añadió- contemplar al Señor con fe para superar las apariencias en nuestros hermanos y hermanas necesitados y descubrir al Señor en ellos, en los migrantes, en los pobres, en los enfermos, en los niños, en los jóvenes, en los ancianos". Por último, Mons. Escobar Alas reiteró confiadamente que esta situación de pobreza, desigualdad y violencia que vive el país es reversible: "Es precisamente en este paisaje desolado -añadió- donde la luz de la transfiguración del Señor se hace más brillante y prometedora para todos. Con fe en el Señor, construiremos una nueva sociedad reconciliada con la verdad y la justicia".
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