El INCAMI de Chile celebra la jornada del migrante con una colecta nacional

Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano

El panorama migratorio ha cambiado mucho en el último tiempo en Chile y poner en acción los cuatro verbos propuestos por el Papa Francisco "acoger, proteger, promover e integrar a nuestros hermanos migrantes", se ha vuelto un auténtico desafío y al mismo una gran responsabilidad para las personas que trabajan en la acción social de la Iglesia.

Tal como informa el INCAMI, eI Instituto Chileno Católico de Migración, más del 63% de las nuevas comunidades migrantes en Chile residen en la Región Metropolitana, no obstante, otro gran porcentaje se encuentra desplegado a lo largo de todo el país. Es por ello, que seguir fortaleciendo el trabajo con las diócesis, parroquias y sus equipos es fundamental para continuar brindando acompañamiento pastoral y técnico a quienes han dejado sus tierras en busca de un futuro mejor.

Día del migrante: apoyo a la colecta nacional

En el marco de la conmemoración del Día del Migrante, el INCAMI, refuerza el llamado social y la invitación a colaborar, apoyando la colecta nacional que se realizará el domingo 1 de septiembre en las misas a lo largo de toda la nación:

“Los invitamos a celebrar con creatividad la liturgia, dedicando especial atención con los migrantes, haciéndolos partícipes con su testimonio y dándoles la posibilidad de demostrar su riqueza a través de algún momento cultural o gastronómico”, enfatiza el comunicado publicado por la entidad.

Se trata por tanto, de sumarse a esta hermosa celebración y a seguir apoyando el enorme trabajo que los equipos de profesionales realizan a lo largo de todo Chile.

En busca de mejores oportunidades

Lo cierto es que la población se enriquece con la experiencia de la migración, ya que los migrantes, sean del país que sean tienen mucho que aportar.

Personas de todas partes del mundo llegan hasta tierras chilenas en busca de mejores oportunidades y traen con ellos sus culturas, costumbres e ideas, las cuales ayudan a la evolución de una nueva identidad nacional multicultural.

Raiza: joven venozolana que cambió su destino

En este contexto, compartimos el testimonio de Raiza, una joven venezolana, ingeniera en metalúrgica que decidió cambiar el destino de su vida. Ella misma cuenta su experiencia a través de un proyecto audiovisual elaborado por la Fundación Scalabrini, en conjunto con la Red de Migración y Desarrollo MADE.

"Vine a Chile para poder tener una mejor calidad de vida dada la situación en mi país. Me ha costado muchísimo adaptarme a esta nueva cultura pero ahora trabajo en una empresa que hace paneles solares, un rubro relacionado con mi carrera y estoy muy contenta".

Además Raiza, habla sobre sus expectativas: "la llegada de otros migrantes es buena y positiva para la sociedad pero deberían aplicarse unas políticas más concretas en cuanto a esta temática para que no se queden sin trabajo ni los chilenos ni los migrantes".

Filip: un sirio viviendo el "sueño latinoamericano"

Por otra parte, escuchamos el testimonio de Filip, un comerciante sirio que hace seis años se animó a cruzar de continente para lograr el "sueño latinoamericano". Actualmente tiene varios restaurantes y locales de alimentos en los que emplea a unas 46 personas.

"Chile recibe a los migrantes como si estuvieran en sus propios países. Acá hay libertad de trabajo y de religión. Estoy muy agradecido a esta nación que realmente da oportunidades a los extranjeros que vienen a trabajar y a luchar por un futuro mejor", concluye el comerciante explicando que abandonó su tierra por el miedo, la inseguridad y para proteger a su familia.