CELAM-REPAM. Proceso sinodal marcado por unidad de espíritu y de visión
Ciudad del Vaticano
En la capital de Colombia se han reunido el 6 y 7 de septiembre, convocados por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), padres sinodales, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y expertos. Unos cincuenta representantes.
La carta expresa que el objetivo de la reunión ha sido “reflexionar sobre el rico proceso de camino sinodal, llevado a cabo por las conferencias episcopales y la REPAM, el cual ha involucrado durante casi dos años, la participación del Pueblo de Dios en la Amazonía”.
Los participantes expresan su “alegría por la convocatoria del Sínodo por el Santo Padre y reafirmamos nuestra esperanza de seguir promoviendo una Iglesia con rostro amazónico y rostro indígena en la tercera parte para continuar el proceso en la implementación”.
Peter Hugues, uno de los participantes afirma: “Que la asamblea sinodal debe hacer un ejercicio de re-escuchar lo escuchado en los diferentes encuentros territoriales, escuchar los clamores de los pueblos, pues el sujeto de la escucha es la Amazonía, desde una integración entre los pueblos y el territorio”.
El P. Justino Sarmiento, salesiano del pueblo indígena tukuya, señalaba: que “saber escuchar es para sabios y para quien quiere aprender”, reconociendo que muchos en la Iglesia no quieren escuchar. El salesiano ve el Sínodo para la Amazonía como algo que empezó pequeño y que se hizo grande con la escucha, una práctica para la que es necesario aproximarse, conocer, oír a la gente, vivir desde la alteridad. Este es un Sínodo en el que la Iglesia ha asumido el profetismo, siendo voz profética para dentro de la Iglesia y para la sociedad, que “vino a despertar a una Iglesia dormida y anestesiada”. Frente a esa actitud, es importante conocer la figura de los mártires de la Amazonía, gente que se comprometió con los pueblos.
El salesiano indígena destacaba la necesidad de la interculturalidad, pues los pueblos quieren ser respetados y vistos como ciudadanos. Por ello, destacaba la importancia de convencer a la jerarquía y a los gobiernos sobre la importancia de la Amazonía, la vida de los pueblos, algo sobre lo que no podemos callarnos, ni cerrar los ojos, que la Iglesia haga defensa solemne de los pueblos amazónicos y que el mundo se amazonice.
La carta finaliza con los agradecimientos al Papa Francisco por el proceso sinodal iniciado en Puerto Maldonado en enero de 2018 e invocan al Señor y a María Santísima, “ Nuestra Señora de Nazaret, Reina dela Amazonía”, sigan bendiciendo al Santo Padre y que guiado por el Espíritu Santo continúe buscando caminos que posibiliten un tiempo de gracia (Kairós) para la Iglesia y el mundo”.
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