Obispos de Paraguay: dialogar sobre temas que son fuente de malestar social en el país
Ciudad del Vaticano
“Es un imperativo moral dialogar sobre los grandes temas que son fuente de un malestar social y podrían ser causa de un estallido social en el Paraguay”: así los obispos de la Conferencia Episcopal paraguaya exhortan a los líderes políticos, económicos y sociales a propiciar “espacios de diálogo serio que permitan identificar y priorizar los temas sobre los que es necesario establecer consensos para el lograr el bien común de la sociedad”.
En su mensaje en la conclusión del año civil 2019 los obispos paraguayos recordaron que este año ha sido difícil “para el país y para amplios sectores de la población”, aunque esas dificultades han dado ocasión a gestos y acciones de solidaridad y fraternidad entre compatriotas “que ponen de manifiesto la bondad del paraguayo”. En el pensamiento de los prelados, las condiciones climáticas “que golpearon con fuerza a varias comunidades con sequias, inundaciones e incendios”, y la solidaridad suscitada en la gente e instituciones “para mitigar el dolor y el sufrimiento del prójimo necesitado”.
Seguir siendo signo visible del amor y la misericordia de Dios
Los prelados hacen presente que “estas y tantas iniciativas de solidaridad y de caridad con el hermano que sufre han nacido y fueron impulsadas por las comunidades eclesiales, desde su fe en Jesucristo, que nos dejó el mandato del amor al prójimo como identidad del cristiano”. Y por ello alientan a todos los miembros de la Iglesia "a seguir siendo signo visible y palpable del amor y de la misericordia de Dios”.
Llamados al compromiso para realizar cambios estructurales en el país
Igualmente, los obispos ponen de manifiesto que “las acciones de caridad individual u organizada son importantes, pero insuficientes”: estamos llamados – escriben – a comprometernos con los cambios estructurales que requiere el Paraguay para que a ninguno de sus hijos les falte lo necesario para una vida digna.
Entre los cambios necesarios, señalan la reducción de la inequidad social estructural, así como un combate decidido a la corrupción y a la impunidad: “hay una profunda insatisfacción social porque no se atienden adecuadamente las demandas de la población por mejores condiciones de vida”, aseguran.
Es necesario el diálogo social
Seguidamente los obispos reflexionan e invitan a la población a reflexionar sobre los acontecimientos sociales y políticos que afectaron a varios países de la región, algo que debe llevar a analizar la “propia realidad” y a “recapacitar con el objetivo de establecer consensos que permitan corregir rumbos”. De ahí que subrayen la necesidad de un diálogo social que identifique “los principales temas que impiden el desarrollo del país”, y que “mantienen la inequidad que excluye de los beneficios de la economía a amplios sectores de la población y debilitan las instituciones de la República”.
Porque “es un imperativo moral dialogar sobre los grandes temas que son fuente de un malestar social y podrían ser causa de un estallido social en el Paraguay” exhortan a los líderes políticos, económicos y sociales a “que, con espíritu abierto y con gran sentido de responsabilidad, propicien espacios de diálogo serio que permitan identificar y priorizar los temas sobre los que es necesario establecer consensos para el logro del bien común de la sociedad”.
El mensaje está firmado por el Presidente de la Conferencia Episcopal de Paraguay, Monseñor Adalberto Martínez Flores, Obispo de Villarrica Administrador apostólico de las FFAA y la PN.
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