“La Iglesia en España está viva” dice el Obispo de Córdoba
Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano
Durante 3 días la capital de España acogerá el Congreso de Laicos 2020 que tiene por objetivo suscitar y alimentar una toma de conciencia por parte de los laicos sobre la propia identidad cristiana y misionera. Bajo el título “Pueblo de Dios en salida”, la Comisión Episcopal para el Apostolado Seglar de la Conferencia Episcopal Española ha organizado este congreso llamando a la participación a todas las Diócesis de España, Congregaciones, Movimientos, Comunidades y Asociaciones de laicos.
Aumentar la conciencia del papel de los laicos en la Iglesia
"La Iglesia está viva en España” ha afirmado Monseñor Demetrio Fernández, obispo de Córdoba asegurando además que este Congreso – que representa una invitación a reflexionar sobre la vida que nos rodea, sobre los desafíos y las esperanzas de hoy – “surge del deseo de que los laicos adquieran una mayor conciencia de su propia identidad, para hacerlos protagonistas en la vida de la Iglesia y en la obra de evangelización”.
El congreso concluye el Plan Pastotal 2016-2020
Este congreso además es el broche final del Plan Pastoral que ha seguido la CEE entre los años 2016-2020 y que bajo el título “Iglesia en misión al servicio de nuestro pueblo” ha intentado responder a la llamada a la conversión misionera del Papa Francisco. Con este Congreso, por tanto, se concluye la reflexión en torno al laicado – parte fundamental del Pueblo de Dios – y a su papel en la Iglesia y en el mundo, para dar inicio a la puesta en práctica en cada una de las diócesis y movimientos laicales del país.
Necesaria formación para impregnar la alegría del Evangelio
"Identificados con Cristo a través del bautismo y otros sacramentos, los laicos viven en el mundo, en la familia, en el trabajo, en la cultura, en la vida pública, y es aquí donde se santifican a sí mismos y a su entorno", expresa el Obispo de Córdoba. Sin embargo, para establecer un diálogo constructivo con todas las personas y grupos de nuestra sociedad, especialmente con los más pobres de la tierra, para mostrarles "el rostro más amable de la Iglesia" - puntualiza Monseñor Fernández - "es necesario formarse, conocer el Evangelio vivido y meditado, que impregna cada fibra de nuestro ser y nuestra sociedad". "La Iglesia es una casa abierta, como el corazón de Dios, como el corazón de Cristo, que quiere distribuir el bálsamo del amor, la hospitalidad, el perdón a todos, proclamando la verdad de Dios y la verdad del hombre para salvarnos. de nuestra esclavitud" concluye.
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