Brasil: Misioneros del PIME agredidos por defensa de la tierra
Ciudad del Vaticano
El misionero americano del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME), Padre Dennis Koltz, que vive en Brasil desde hace años, fue atacado el pasado martes 25 de febrero, en presencia de un hermano italiano, el Padre Sisto Magro, originario de Treviso, en el territorio de la Diócesis de Macapá, lugar donde el misionero reside y trabaja, además de ser administrador parroquial de la Parroquia de São Joaquim en Pacuí, también trabaja en la Pastoral de la Tierra.
La intención era verificar la regularidad de las licencias
El episodio ocurrió en la zona rural de la Diócesis de Macapá, en el estado brasileño de Amapá, en el norte del país, a las puertas de la selva amazónica. Como informó, en una nota aclaratoria, la Oficina de Comunicación de la Diócesis, el ataque tuvo lugar en el distrito rural de Campina de Sao Benedito. “Los dos misioneros, activos en el cuidado pastoral de la tierra, procedieron en coche, cuando se detuvieron cerca de una gran hacienda, y el misionero estadounidense bajó para tomar una foto de la matrícula (que por ley debe estar bien expuesta a la vista y que en este caso estaba bastante escondida), para verificar la información relativa a la propiedad de la tierra”. La intención era verificar la regularidad de las licencias relacionadas con esas parcelas de tierra.
Se vive en un clima de opresión y violencia
En ese momento, un hombre corrió al encuentro del Padre Denis, quien se presentó como el propietario de la hacienda; después de una discusión verbal, lo atacó repetidamente, golpeándolo varias veces en la cara y en el costado, afortunadamente sin grandes consecuencias; también intentó tomar y romper las llaves del auto de los dos misioneros; luego, al subirse a su auto, embistió varias veces el auto en el que viajaban los misioneros destruyendo el lado derecho. Además, el dueño de la hacienda denunció al Padre Dennis, justificando sus acciones como una defensa contra un intento de asalto. El informe del Padre Sisto es la base del comunicado con el que la Diócesis de Macapá denunció el incidente y defendió a los dos misioneros. Pero es grande la preocupación por un episodio que confirma el clima de opresión y violencia que se vive en el Brasil, a menudo debido a la considerable impunidad concedida a los grandes terratenientes.
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