La Iglesia en América Latina y el COVID-19: líneas guía

Sebastián Sansón Ferrari

Frente al avance del COVID-19 en América Latina, las asambleas nacionales de obispos han publicado comunicados detallando medidas en la línea de la prevención para evitar el contagio de esta enfermedad. Todos mantienen una tónica común: ser prudentes, responsables, tomando los recaudos necesarios para salvaguardar la propia vida y el bienestar de los hermanos. Desde el punto de vista litúrgico-pastoral, la Cuaresma invita, en este contexto, a potenciar las prácticas de ayuno, oración (en especial, por los más afectados y por el personal sanitario, como lo ha pedido el Santo Padre), penitencia (realizando cuarentena si se estuvo en algunos de los países más complejos) y de prudencia.

Paraguay

Desde Asunción los prelados informan que “las catequesis, las jornadas, los retiros, los campamen y otros encuentros y celebraciones litúrgicas que impliquen la reunión de muchas personas, deben ser calendarizados para más adelante”. Disponen que “los fieles quedan dispensados del precepto dominical de los domingos 15 y 22 de marzo”.

Además, se puede acompañar las celebraciones eucarísticas transmitidas por las redes y medios de comunicación. Los sacerdotes “celebrarán con asistencia reducida por las intenciones de los fieles y por la salud de nuestro pueblo”, indican. Añaden que “todas las actividades pastorales grupales sean postergadas hasta el final de las medidas sanitarias declaradas por el Ministerio de la Salud Pública y Bienestar Social”.

Argentina y Uruguay

Los obispos se sumaron a las acciones preventivas y elaboraron una serie de propuestas para las celebraciones litúrgicas: hacer uso del carácter facultativo del saludo de la paz en las misas y evitarlo por este período, distribuir la Sagrada Comunión en la mano y no en la boca, y que los ministros que la distribuyen se laven las manos antes y después de realizar el servicio. Señalan que seguirán atentamente las recomendaciones de las autoridades sanitarias, “para colaborar desde nuestro lugar en este momento en el que debemos cuidarnos entre todos”. A su vez, el Obispado de Río Gallegos informó la suspensión de la celebración y del encuentro de los 500 años de la primera misa en Puerto San Julián, prevista para los días 31 de marzo, 1 y 2 de abril. También se canceló la realización del IV Congreso Mariano Nacional que se desarrollaría en Catamarca.

Medidas muy similares fueron anunciadas por la Conferencia Episcopal de Uruguay, quienes invitaron a seguir estas indicaciones como "expresiones del amor al prójimo y de su cuidado". Los pastores destacaron que "estamos viviendo una Cuaresma muy especial a causa de esta pandemia y, sin embargo, nos estamos preparando para la Pascua, donde renovamos nuestra esperanza en el Señor resucitado".

El Salvador

En Centroamérica, la diócesis de San Vicente, en El Salvador, junto con dar orientaciones para evitar el contacto físico durante las celebraciones litúrgicas, por medio de un comunicado difundido en redes sociales, llamó a aprovechar el tiempo de Cuaresma para ofrecer “la Santa Misa, nuestros Viacrucis, Horas Santas y Rosarios” ante el avance de la pandemia. También, la Arquidiócesis de San Salvador, plegándose a las indicaciones de la autoridad civil que prohíbe reuniones de más de 500 personas, dispuso medidas restrictivas para la celebración del 43 aniversario del martirio del Padre Rutilio Grande y sus compañeros, conmemorada ayer.

Brasil

La Conferencia de Obispos de Brasil informó que la Arquidiócesis de Brasilia mantendrá normalmente las misas y las confesiones. El comunicado, “firmado por el Padre Ricardo Ferreira de Carvalho, Vicario Delegado, fue publicado este jueves 12 de marzo, después de que el Gobierno del Distrito Federal (GDF), por decreto, suspendiera las clases en las escuelas públicas y privadas, universidades y colegios durante cinco días. Además, según el decreto, los eventos con una audiencia de más de 100 personas y que requieren una licencia del gobierno son suspendidos”, especifica.