REPAM: Trabajo en red, un modo de respuesta pastoral a los desafíos en Latinoamérica
Ciudad del Vaticano
“Metanoia, alteridad, discernimiento y parresía son los elementos iniciales de la experiencia concreta de la REPAM, además son los dinamismos esenciales para pensar una respuesta eclesial en red ante las diversas realidades del continente”, lo dijo Mauricio López Oropeza, Secretario Ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), presentando su ponencia sobre la importancia del trabajo en redes como un modo de respuesta pastoral a los procesos prioritarios en América Latina y el Caribe.
Proceso comunitario de conversión
Como parte de la agenda de la III Reunión para la renovación y reestructuración del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Mauricio López señaló en su intervención que, estos dinamismos surgen de algunos “aspectos de la realidad que motivaron una metodología de trabajo que se halla sustentada en la espiritualidad y ha logrado propiciar una conversión radical del corazón, un ir a lo más profundo del interior para dejarse transformar por la voluntad de Dios”. Proceso en donde se hace imprescindible reconocer que el misterio de la vida y la presencia concreta de Dios, precisó el Secretario Ejecutivo de la REPAM, solo se logra experimentar no solo desde mi realidad y experiencia, sino a través de los ojos del otro. Es decir, con la apertura que implica vivir el sentido más profundo del ser comunidad.
Opción preferencial por los excluidos
De acuerdo con la experiencia de la REPAM, Mauricio López hablaba de la importancia de reconocer la otredad, el valor del que está a mi lado pero ha tenido una experiencia de vida totalmente distinta a la mía. Una otredad en cuanto a esa opción preferencial por el Cristo que está presente en los otros generalmente excluidos. Esta situación, afirmó, implica ser capaces de interpretar los signos de los tiempos para encontrar el llamado particular que Dios nos hace como Iglesia, para colaborar en la construcción de su reino. «Se hace necesario identificar el clamor concreto de la realidad para develar sus causas estructurales y no quedarnos en el diagnóstico».
La organización del trabajo en redes
El Secretario Ejecutivo de la REPAM señaló que, ante las realidades de los países de América Latina y El Caribe, el trabajo en red es una propuesta que se desarrolle de forma organizada y sistemática, valorizando lo que tenemos, sus cualidades y aquello que podríamos mejorar. En síntesis, se puede decir que, “debemos partir de una mirada diferenciada de las estructuras actuales. No se debe sustituir instancias existentes, sino potenciar lo que ya existe. Además, una red tiene una estructura ligera, mínima pero bien estructurada con núcleos claros de dirección, toma de decisiones y espacios de diálogo. Por ello, es preciso que tenga instancias específicas de gestión, organización y operación para asegurar su funcionamiento. Por eso su estructura y capacidad de respuesta debe ser local, nacional, territorial e internacional”.
Trabajo en red y espiritualidad
Mauricio López subrayó que, cuando seguimos a Dios desde lo profundo entendemos que el amor se debe poner más en obras que en palabras y que cada acción permite buscar y hallar la voluntad de Dios, de tal suerte que el trabajo en red no es solo una causa humana sino que se halla plenamente guiada por Dios. En este sentido, se puede hablar de una “espiritualidad de la Creación”, donde se reconoce que fuimos creados por un Dios que es Padre y Madre que nos ha hecho a Su imagen y semejanza por puro amor. Reconocer esto es reconocer la huella de Dios en todo lo “terreno”, por ello todo absolutamente todo es sitio de descubrimiento del Misterio.
Espiritualidad de la fraternidad
Otro aspecto fundamental del trabajo en redes, precisó el Secretario Ejecutivo de la REPAM, es la “espiritualidad de la fraternidad”. Comentando el pasaje del Evangelio que muestra la ruptura entre Caín y Abel, Mauricio López dijo que esto nos muestra dos visiones sobre la relación de unos con otros y nuestra casa común. Por un lado el de la dominación, y por otro la del cuidado. ¿Acaso soy el guardián de mi hermano? y en este caso la pregunta se extiende a nuestros prójimos más vulnerados y a hermana madre tierra. ¿Cuál visión es la que sigue dominando hoy? y ¿Cómo revertir esto y dar paso a relaciones más fraternas y armónicas?
Espiritualidad liberadora y de la encarnación
Desde la REPAM también se propone asumir el mandato de Dios para liberar al pueblo de la opresión, tocando la tierra sagrada y asumiendo que en nuestra fragilidad, Dios actúa para confrontar todo proyecto de muerte. Consiste en asumir este profetismo aunque nos sepamos inútiles, tartamudos y limitados. Analizar las causas estructurales del pecado. Para ello, es necesario una “espiritualidad de la encarnación”, en la cual Dios se hace presente en nuestra territorialidad, que de hecho se territorializa, se encarna y se sigue haciendo vida en el caminar y diversidad de los pueblos como el Cristo que trae la buena nueva. “Es una invitación a hacerse uno con nosotros en la periferia, en los márgenes, en medio de los descartados y descartables, y desde ahí ser co-creadores en su proyecto de redención”. Una mirada de abajo hacia arriba y de la periferia al centro. Una opción preferencial por los pobres y por los pueblos.
Espiritualidad del diálogo
Finalmente, el Secretario Ejecutivo de la REPAM señaló que, el gran desafío hoy es comprender la inter-culturalidad, ya que las diversas tradiciones espirituales en los territorios y en los sujetos concretos que son afectados por las temáticas más urgentes y que marcan relaciones distintas con el misterio y que lo enriquecen.
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