Semana Santa en Centro América: Honduras

Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano

El mundo está viviendo esta Cuaresma con angustia, con temor al contagio del Covid19. Y Centro América ya está teniendo sus víctimas.  Con un sentido de responsabilidad común, la Iglesia en los distintos continentes continúa adoptando medidas para prevenir la propagación del Coronavirus. Se suspenden procesiones de Semana Santa, se postergan encuentros, pero se transmiten misas para permitir a los fieles unirse espiritualmente y rezar por los enfermos.

Vaticannews entrevistó en días pasados a religiosos y laicos para hablar sobre la Semana Santa, cómo se vive en estos países, aún estaba lejos la amenaza del Coronavirus, que haría que el mundo tomara medidas restrictivas, y se le uniera la Iglesia, para combatir el virus. Desde los medios de información locales y desde el Vaticano se transmitirá cada día y momento de la Semana Mayor.

De Honduras Vaticannews entrevistó a los sacerdotes, Jonathan Funes, predicador y promotor vocacional de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, y al padre Javier Martínez, párroco de la Parroquia Cristo Resucitado de la colonia el Loarque en la capital.

La Semana Santa en Honduras

El padre Funes señaló que para celebrar la Semana Santa, en Honduras hay un convenio con el gobierno, esos días tiene feriado toda la semana el pueblo, desde el Domingo de Ramos, son días en los cuales la gente tiene un espacio libre para poder ir a las celebraciones de Semana Santa. Aunque si mucha gente utiliza esos días para dedicarse a las “cosas del mundo”, señaló el padre, sin embargo, una gran mayoría de personas se acerca la iglesia.

Los “verdaderos católicos en Honduras” celebran muy bien la Semana Santa, se dedican a esto, hacen un alto en su vida diaria, van a las celebraciones, no se pierden ninguna, acompañan en cada acto litúrgico desde la procesión inicial del domingo de Ramos, hasta el domingo de Resurrección.

La Semana Santa en Honduras se vive con mucho fervor, con mucha devoción, como afirmó el padre Martínez, con mucha entrega y alegría.

El domingo de Ramos, dijo el padre Funes, traen todos sus ramos para ser bendecidos. El jueves acompañan a sus sacerdotes a la misa Crismal en las diferentes catedrales, así como el tema de la institución de la eucaristía, el lavatorio de los pies y luego la adoración de Jesús hasta medianoche.

El Viernes Santo en Honduras, explica Funes, es fuertísimo el viacrucis. Muchas personas en muchas parroquias se dedican hacer dramatizaciones de los actos del vía crucis. El sábado Santo hay silencio por la mañana, el padre Funes explicó que hay mucha tradición de no hacer cosas que no vayan de acuerdo con el proyecto de Dios, y luego en la noche se hace la vigilia Pascual.

Muchas de estas tradiciones se están perdiendo, ambos sacerdotes han coincidido que para mantenerlas es fundamental el tema de la catequesis.  El padre Martínez dijo que es importante la formación, educar a las nuevas generaciones sobre esta intención evangelizadora de la piedad popular, que no se convierta en un simple “fanatismo, sino en una catequesis, en una manera también de evangelizar”.

También afirmó que, para mantener estas tradiciones, la piedad popular, hay que darles una mayor “propagación, mayor educación y un compromiso de la familia para ir transmitiendo la fe a través de la piedad popular”. Martínez afirmó también que para que está piedad popular no se pierda, es necesario que también en las parroquias haya un compromiso mayor, que tanto los sacerdotes como los fieles laicos se comprometan con la piedad popular sabiendo que es una manera de llegar tanto a los creyentes como no los no creyentes. Con un lenguaje muy sencillo, llevar un mensaje evangelizador, un mensaje esperanzador a tantas personas.

El Padre Funes afirmó que con la formación se puede explicar los orígenes de estas tradiciones, para que puedan continuar de generación en generación.

El Padre Martínez afirmó a Vaticannews que para el vivir la Semana Santa es vivirla con intensidad, siente la invitación a dar de sí mismo, a preparase con devoción para su feligresía, y a través de su servicio ministerial despierte en ellos esa entrega al Señor.

El Padre Funes dijo a Vaticannews que hablar de la experiencia personal de la Semana Santa es hablar del centro de su fe, es el centro de su vida. Para él es recordar el amor más grande del mundo, es padecer con él.