Llamamiento de Comece por los refugiados: la dignidad humana no está en cuarentena
Roberta Barbi-Ciudad del Vaticano
Mostrar generosidad y aceptar, el traslado de los solicitantes de asilo de las islas griegas, donde se encuentran actualmente, a los distintos países europeos, minimizando el riesgo de infección por el Coronavirus en los campamentos y proporcionando un tratamiento sanitario adecuado a los que ya han sido infectados.
Esta es la invitación que la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (Comece) hace a Europa: "Estamos en nuestras casas, asustados. También pienso en los más vulnerables: cómo deben sentirse los que están en los campos de refugiados, que no tienen nada, ni siquiera medicinas", dijo el Presidente de Comece y Arzobispo de Luxemburgo, Cardenal Jean-Claude Hollerich.
La pandemia del Coronavirus tiene un fuerte impacto en las sociedades de todo el mundo, pero muestra su cara más oscura cuando se trata de poblaciones vulnerables y frágiles, incluidos los refugiados que viven en refugios y asentamientos superpoblados, con acceso limitado o nulo a servicios de salud adecuados. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades advierte que las personas más indefensas, incluidos los migrantes indocumentados, necesitarán, por lo tanto, apoyo adicional.
Considerando las consecuencias letales que un brote de Covid-19 tendría en los campos de refugiados, varios organismos y organizaciones como Cáritas Europa han acogido con satisfacción el traslado de 12 solicitantes de asilo no acompañados de Grecia a Luxemburgo y piden un nuevo traslado de los niños restantes y sus familias. Durante el fin de semana, otros 50 menores serán transportados a Alemania.
La Comece reitera la necesidad de trasladar a los solicitantes de asilo de las islas griegas porque la situación es especialmente dramática: unas 20 mil personas están alojadas en el campamento de Moira, en la isla de Lesbos, cuyas instalaciones están diseñadas para albergar sólo a tres mil. Por lo tanto, debido a las estrechas condiciones, es un desafío permanente proteger a la población del Coronavirus. Por último, los obispos recuerdan la importancia de respetar las obligaciones jurídicas internacionales de los solicitantes de asilo y sus familias y alientan a los Estados miembros de la Unión Europea a que se muestren solidarios con ellos, en particular en este contexto de pandemia.
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