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Amar sin miedo

El padre Facundo Fernández nos ofrece su reflexión en este domingo de Resurrección: "El amor transforma el miedo en valentía, la debilidad en fortaleza, el silencio en anuncio. Y este amor no queda defraudado".

P. Facundo Fernández

De madrugada, antes del amanecer, cuando todavía estaba oscuro, el evangelista Juan nos dice que Magdalena se encamina al sepulcro. No tiene miedo de caminar sola, en la oscuridad. Su amor por Jesús es más grande que cualquier miedo. Quiere estar con Él un tiempo más.

Jesús ha cambiado su vida por completo. Le ha dado un lugar como discípula. La ha mirado de frente, y Magdalena ha experimentado una dignidad que nunca había sentido. Por eso tampoco tuvo miedo de estar con el Señor al pie de la cruz en el Gólgota. Y ahora, aunque aún sea de madrugada, se pone en camino en medio de la oscuridad. Su amor no puede esperar al día, no puede soportar la ausencia del Amado. Aquella que se ha dejado amar por Jesús, hoy puede amar sin miedo.

El amor transforma el miedo en valentía, la debilidad en fortaleza, el silencio en anuncio. Y este amor no queda defraudado. El Resucitado se presenta delante de ella, convirtiéndola en la Apóstol de los Apóstoles.

Así como Magdalena muchas otras mujeres fueron discípulas de Jesús y caminaron con él. En una sociedad que las recluía, las discriminaba e incluso las despreciaba, Jesús les dio un lugar, con respeto y ternura, reconociendo su misma dignidad, con igualdad de oportunidades, de derechos y deberes.

Hoy día muchas mujeres siguen viviendo experiencias de desprecio, violencia y marginación. En muchos lugares, la mujer no tiene los mismos derechos o posibilidades que un varón. En muchos casos sufren tal grado de agresión y odio por parte de hombres, que las conducen a la muerte por el solo hecho de ser mujeres. Muchas de ellas viven hoy con miedo a plena luz del día. Jesús hoy sigue llamando como discípulas a tantas mujeres. Y las vemos al pie de tantas cruces, acompañando a muchos en su pasión cotidiana, levantado del costado del camino a tantos excluido y despreciados.

Que la resurrección del Señor, transforme el corazón de nuestra sociedad y nuestra Iglesia, animándonos a escuchar la Buena Noticia en boca de tantas mujeres de hoy: ¡Jesús ha resucitado!

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12 abril 2020, 08:28