Una propuesta desde México: Encontrar a Dios en todas las cosas y en todo momento
Hace apenas unas semanas miles de jóvenes alrededor de América Latina se preparaban para vivir su experiencia de misiones de Semana Santa. Cientos de colegios, parroquias y grupos juveniles dotaban a sus misioneros de material y formación para vivir este encuentro. Sin embargo, la contingencia causada por el COVID-19 los llevó a cancelar todos sus planes, lo que incluía tirar a la basura horas de trabajo y planeación. Pero, sobre todo, parecía que la ilusión por encontrarse con el Dios vivo del Evangelio en aquellos lugares a los que habían sido destinados, se esfumaba.
Mantenernos cerca a pesar del aislamiento
El distanciamiento físico de este último tiempo nos ha hecho volar nuestra imaginación para mantenernos cerca, para que la cuarentena se viva de una manera más agradable y llevadera. Ha habido un sinfín de propuestas online para alimentar el espíritu, para que esa ilusión de encuentro con Dios no se pierda y, al contrario, se pueda llevar a cabo.
Algunas religiosas, por ejemplo, nos invitan a pasar a la intimidad de su comunidad para compartir con nosotros su Hora Santa, algunos sacerdotes se han puesto creativos para transmitir en vivo las misas de todos los días, así como algunos seminaristas o religiosos en formación han creado canales en diversas plataformas virtuales para compartirnos reflexiones, oraciones, música, entre muchas otras cosas.
Aprovechar el sinfín de los recursos virtuales
Así como estos religiosos, algunos grupos de laicos han comenzado distintas iniciativas para seguir alimentando la vida de fe y de encuentro con Dios, con nosotros mismos, y con los demás. Sí, con los demás. Desde sus casas, buscan que el tejido social se fortalezca, aun en medio de esta pandémica contingencia. Para estos grupos de jóvenes, el distanciamiento físico, no es igual al distanciamiento social. Han sabido aprovechar el sinfín de recursos virtuales con los que contamos en la actualidad para mantenernos más fuertes y unidos que nunca.
Creatividad en las redes sociales
La oferta es variada, hay jóvenes que nos comparten sus nuevas creaciones musicales o nuevas versiones de clásicos que se ha inmortalizado, hay también quienes nos comparten poesía, o nos enseñan a bailar o a cocinar. Sin embargo, en la última semana ha comenzado a circular por las redes sociales diversas propuestas para vivir una Semana Santa distinta.
Magis Misionero: misioneros virtuales
En México existen por lo menos dos iniciativas distintas para vivir esta Semana Santa en oración y misión desde tu hogar. Uno de estos grupos es Magis Misionero, una propuesta de misiones virtuales creada por laicas y laicos del centro de México con amplia experiencia en misiones. Su itinerario espiritual comienza el domingo de Ramos y termina el domingo de Resurrección, ofrecen jornadas de oración matutina y vespertina, celebraciones litúrgicas, ponencias sobre distintos temas de interés, así como un acompañamiento espiritual personalizado, todo esto a través de las redes sociales.
Magis Iuventus: “Salir para servir y servir para más amar”
Existe también una propuesta de Magis Iuventus, un grupo de tradición ignaciana al sur de México. Con el lema: “Salir para servir y servir para más amar”, también desean acompañar a tantos jóvenes con un corazón deseoso de conocer más internamente a la persona de Jesús. De este modo vemos como las experiencias de Semana Mayor no se cancelan, sino que se experimentarán a través de la cercanía y el testimonio de tantos laicos, así como de religiosos que desde sus propios hogares desean mantener viva la llamada misionera de sus corazones. Además, esto permite coincidir de un modo particular en una vida, que más que nunca, nos pide unión a pesar de la distancia social que se nos exige.
Esperemos que el esfuerzo y cariño de estas personas ayude a este deseo de encontrarnos con nosotros mismos, con los otros y, por supuesto con Dios. Que como decía el gran santo chileno Alberto Hurtado SJ, que todos ellos puedan ser fuego que enciende otros fuegos.
Jesuitas, Carlos Maximiliano Fernández Rojas y Benjamín Alexander Sánchez Selva.
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