Obispos paraguayos exhortan al gobierno a administrar con equidad las ayudas
Alina Tufani - Vatican News
"El hambre es un clamor actual, que no podemos desoír, mientras discernimos los caminos a seguir”. Este es el llamado de los obispos de Paraguay al gobierno nacional ante las graves repercusiones económicas y sociales causadas por la emergencia sanitaria y las medidas de contingencia tomadas para enfrentar la pandemia de Covid -19.
En un comunicado del Comité permanente de la Conferencia episcopal paraguaya, los obispos señalan que si bien los esfuerzos por aplanar la curva de contagio del virus han tenido buenos resultados, la extensión de estas medidas en el tiempo podrían causar estragos en la población más vulnerable del país.
El comunicado afirma que para "mitigar el impacto en la economía familiar y en la economía nacional, urge una respuesta ponderada, ordenada y sostenible”, ya que “las perspectivas anunciadas por los economistas, pronostican un horizonte de austeridad y de recesión económica, que ya angustian a la población”. Según el episcopado, los programas de ayuda habilitados por el gobierno como el Ñangareko - un programa social para los trabajadores informales – y el plan Pytyvo – un subsidio para los trabajadores - han tenido una efectividad y un alcance parcial. Por ello, los obispos llaman con urgencia a sostener a las familias y a los grupos más vulnerables, no sólo con alimentos, sino también con asistencia para una recuperación efectiva económica a corto, mediano y largo plazo.
En este contexto, la Iglesia paraguaya insta a las autoridades - nacionales, departamentales y distritales, a asegurar una “gestión rápida, una administración transparente y una distribución equitativa de los recursos económicos” que se han destinado para la asistencia social. “Para enfrentar con prontitud y solvencia las condiciones de necesidad extrema de la población vulnerable de todo el país – subrayan los obispos - exhortamos y recomendamos que todas las instituciones públicas del área social del Gobierno central y departamental trabajen mancomunadamente con los comités multisectoriales departamentales y distritales para que las familias reciban con urgencia alimentos en cantidad suficiente y de manera sostenida mientras duren las medidas de restricción”.
Un reconocimiento particular dirigen los obispos a la solidaridad ciudadana, cuya ayuda ha sido un complemento fundamental allí donde las iniciativas del gobierno no han podido llegar. También se refieren al trabajo de la Pastoral Social nacional y diocesanas, que sin pausa y con el apoyo de voluntarios y asociaciones civiles, prestan auxilio a los necesitados. Como Iglesia, los obispos se comprometen a continuar su colaboración por medio de las estructuras pastorales, para que la ayuda alimentaria llegue a cada familia. Por último, el episcopado llama a los paraguayos a seguir responsablemente las disposiciones de las autoridades sanitarias y del Gobierno, y a los fieles a orar “con intensidad para que Dios nos auxilie y nos ayude a superar solidariamente las consecuencias de esta pandemia”.
Actualmente, Paraguay registra nueve personas fallecidas, 213 casos positivos y 62 personas recuperadas. El país mantendrá la cuarentena sanitaria hasta el domingo 26 de abril, según el último decreto presidencial y, aunque no se descarta una nueva prórroga, el gobierno ya estudia una flexibilización de las restricciones para comenzar a reactivar el sector productivo del país.
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