Polonia. Más de 3000 religiosas asisten a los necesitados del país
Ana Ponce-Ciudad del Vaticano
Muchas de ellas - informa la hermana Jolanta Olech, de la Congregación de las Hermanas Ursulinas, secretaria general de la Conferencia de Superiores Mayores de las Congregaciones Religiosas Femeninas de Polonia - se ocupan de los ancianos, los que viven solos y los sin techo. Ayudan a hacer las compras", dijo la religiosa, "preparan provisiones y comidas calientes, ayudan a las familias en la cuarentena y proporcionan asistencia por teléfono". Brindan ayuda espiritual en situaciones de crisis familiar; ayuda psicológica profesional por teléfono; realizan entrevistas terapéuticas; se ocupan de proyectos educativos para niños, jóvenes y familias y recaudan fondos.
Su apoyo no se limita a la caridad y la ayuda sicológica, sino que comprende, sobre todo oraciones por el fin de la pandemia, por el personal médico y por los enfermos. Las hermanas rezan el Rosario todos los días a las 20:30, en comunión con toda la Iglesia polaca, ayunando, haciendo sacrificios y organizando la adoración del Santísimo Sacramento.
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