Venezuela. Ante la crisis se crea Consejo Interreligioso Social
Alina Tufani-Ciudad del Vaticano
La Declaración conjunta, difundida, el miércoles 22 de abril, explica que la idea surgió en una reunión realizada en noviembre de 2019, “animados por la búsqueda de soluciones que contribuyan al bien común y a la paz, que permitan mostrar la posibilidad de construir confianza donde hay precariedad, ver esperanza donde se ve solo fatalidad, vislumbrar vida en lugar de muerte y destrucción”.
Destinada a ofrecer un aporte concreto y mancomunado para superar los enormes retos que enfrenta el país, el Consejo Interreligioso Social de Venezuela quiere ayudar a fortalecer la capacidad de integración y esfuerzo colectivo entre los distintos sectores del país. “Un espacio de comunión sin exclusiones – se lee en el documento -para todos los actores religiosos, políticos y sociales que deseen trabajar juntos por el bien de la familia venezolana, practicando aquellas virtudes que son la base de una buena acción política: la justicia social, la equidad, el respeto mutuo, la tolerancia y el respeto a las libertades”.
Obviamente, los líderes religiosos no han ignorado que a la ya frágil y urgente situación del país, que ha provocado la migración masiva de venezolanos, se ha sumado la emergencia humanitaria y la crisis global generada por el Covid-19. De allí, que en 7 puntos, los representantes religiosos han expuesto las bases del compromiso que como Consejo los llevará a ofrecer una amplitud de perspectivas, para que la sociedad venezolana pueda enfrentar la emergencia, reencontrar la paz y comenzar la reconstrucción del país.
El Consejo Interreligioso Social de Venezuela , integrado por la Iglesia Católica, representada por la Conferencia Episcopal, el Consejo Evangélico, la Iglesia Adventista, la Comunidad Judía, la Confederación Unión de Iglesias Cristianas (UNICRISTIANA), la Iglesia Anglicana y el Consejo de Iglesias Históricas de Caracas, concluye su declaración afirmando que el trabajo conjunto “permitirá anunciar los signos de paz y de reconciliación posibles, con mecanismos de construcción inclusiva y animada por un espíritu participativo y solidario, capaz de recuperar los valores comunes que deben sostener las acciones urgentes que hoy necesita nuestro pueblo”.
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