1 de mayo: la Iglesia consagra Italia a la Virgen María
Amedeo Lomonaco - Ciudad del Vaticano
La Iglesia confía a María los enfermos, los trabajadores de la salud y los médicos, las familias, los fallecidos. Aceptando la petición de muchos fieles, el primer día del mes mariano la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) ha organizado un momento de oración para confiar a la nación italiana a la protección de la Madre de Dios como un signo de salvación y esperanza. Lo hará hoy, 1 de mayo, a las 21 horas, con un momento de oración en el Santuario de Santa María de la Fuente en Caravaggio (diócesis de Cremona, provincia de Bérgamo).
Al respecto, el cardenal Gualtiero Bassetti, presidente de los obispos italianos, subraya que "los pastores tienen la tarea de guiar a su rebaño, el pueblo cristiano".
En un video publicado por la oficina de comunicación social del Episcopado italiano, el purpurado reconoce que, sin embargo, "a menudo es el rebaño el que impulsa a los pastores, como ha sucedido en este caso con muchas peticiones de los fieles para confiar toda la nación al Inmaculado Corazón de María en este tiempo de pandemia".
Mirando hacia María y el futuro
Mayo es el mes tradicionalmente dedicado a Nuestra Señora, un tiempo marcado por el rezo del Rosario, las peregrinaciones a los Santuarios. Comenzar este mes con el acto de consagración a María, en la situación actual, adquiere un significado muy especial para toda Italia. El lugar, Caravaggio, está situado en una región, la Lombardía, gravemente devastada por la pandemia.
En la fiesta de San José Obrero, esposo de la Virgen, la Iglesia confía a María, en particular, a los obreros, conscientes de las preocupaciones y temores con los que muchos miran al futuro. La elección de la fecha y el lugar para este acto de encomienda es, por lo tanto, especialmente simbólica. Monseñor Antonio Napolioni, obispo de la diócesis de Cremona, dirigirá la oración propuesta por la CEI.
El prelado, entrevistado por Vatican News, espera que este primero de mayo sea "una puerta de entrada":
"El 1 de mayo es la puerta de entrada a un viaje de fe. Este primero de mayo coincide, para las comunidades italianas, con una reanudación gradual de las actividades laborales. Es también la fiesta de San José Obrero y por eso confiamos a María y a toda la Sagrada Familia la necesidad de una concreta reanudación de una fructífera vida social y eclesial", explica Monseñor Napolioni.
- La elección del lugar también es emblemática: la ciudad de Caravaggio se encuentra en la provincia de Bérgamo y contiene en su interior el sufrimiento y el dolor experimentado en una tierra duramente golpeada por la emergencia sanitaria ...
R. - La elección del lugar fue hecha por el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, que pensó en la Lombardía, una tierra que ha sido puesta en dura prueba por la pandemia. El Santuario de Caravaggio está a pocos pasos de Milán, Lodi y Brescia. Es el corazón espiritual de la región, donde la Conferencia Episcopal se reúne regularmente. Aquí convergen las peregrinaciones de las parroquias no sólo de la Lombardía. Y es un punto de referencia muy hermoso. Así que estamos agradecidos por esta elección.
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